Operado al fin tras cuatro años en pañales y 570 días en lista de espera

Luis González podrá recuperar una vida normal después de ser intervenido en Málaga

Luis González, en Almería tras ser intervenido.
Luis González, en Almería tras ser intervenido. M.C.
Miguel Cabrera
20:30 • 30 abr. 2023

Después de casi cuatro años literalmente ‘en pañales’ y de 570 días en lista de espera para ser intervenido quirúrgicamente, el Servicio Andaluz de Salud ha operado por fin a Luis González, un agricultor roquetero de 58 años que reconoce haber pasado por un verdadero calvario.



Finalmente y gracias, piensa, a la presión personal, mediática y política que ha podido ejercer en la medida de sus posibilidades, le ha sido implantado un esfínter urinario artificial en el Hospital Civil de Málaga, donde acudió después de que en Almería le comunicaran que no se estaba realizando esta intervención.



Aunque fue operado el pasado 17 de abril, el esfínter artificial no será activado hasta que transcurran seis semanas desde la intervención, que es el plazo fijado para confirmar que su organismo no ha rechazado el dispositivo implantado, que pondrá fin a las graves dolencias que ha tenido que soportar desde 2019. 



Operado de cáncer



En el mes de junio de ese año fue intervenido de un cáncer de próstata, operación que le ha dejado como secuela una incontinencia grave que le provoca “dolores insoportables” por los que tiene que acudir a urgencias de forma periódica y además usar pañales permanentemente. El único remedio para evitar este largo sufrimiento era la implantación del esfínter artificial, por el que ha suspirado durante cuatro largos años y que no ha sido posible hasta ahora.



Luis está convencido de que esta larga espera solo se explica por cuestiones económicas, debido al alto coste de esta intervención para el sistema público de salud. “Sospecho que querían que me fuera a la sanidad privada, pero yo lo consideraba una injusticia, después de tantos años cotizando a la Seguridad Social”, dice. Luis lamenta también que haya sido “toreado” y “obligado” a peregrinar de un hospital a otro, de Almería a El Ejido y finalmente a Málaga hasta conseguir ser operado.



Finalmente, este peregrinaje culminó el 17 de abril. Por la mañana entraba en el quirófano para ser intervenido por el urólogo Alfonso Romero Crespo, y a las 12 del mediodía ya estaba en planta. Es decir, cuatro años de espera para una operación de apenas hora y media, que fue lo que según dice duró la intervención. Aunque lo normal habría sido permanecer ingresado solo 24 horas, al final tuvo que esperar cuatro días por culpa de una hernia inguinal. 



Luis debe permanecer todavía en reposo, sin trabajar y sin hacer esfuerzos, a la espera de que le llamen de nuevo desde Málaga para activar el dispositivo. “No me han dicho nada de cómo será mi vida después, si podré volver a trabajar o tendré que mantener un descanso o un reposo relativo: en cualquier caso yo haré lo que me digan. Quiero seguir trabajando en mis invernaderos, pero si me dicen que no puedo, ¡pues qué remedio!”, sentencia. Es decir que está dispuesto a seguir el consejo de los familiares que le dicen que ahora “viva la vida”, tras cuatro años de sufrimiento continuo.


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