Abril se despedirá con temperaturas más propias del mes de julio

El recalentamiento de la atmósfera en los próximos días dejará 10 grados más de lo habitual

Mapa de temperaturas esperadas el próximo martes según Meteored
Mapa de temperaturas esperadas el próximo martes según Meteored La Voz
Antonio Fernández
22:00 • 20 abr. 2023

La primavera no se está comportando como tal, sino más bien como un anticipo del verano. Esta próxima semana, la última del mes de abril, se presenta como uno de los más calurosos de la serie histórica, con temperaturas diez grados por encima de las que han sido habituales en años pasados.



La ‘culpa’ la tiene una masa de aire muy cálida, vinculada con una cresta anticiclónica que avanzará a lo largo de la semana empujada por una extensa área de bajas presiones que se situará al norte de las Islas Azores, algo muy inusual en estas fechas, cuando aún no hemos alcanzado la mitad de la primavera.



Las causas
Lo explica Eduardo Romay, del colectivo almeriense de analistas climáticos Cazatormentas, que argumenta que prever calores es más fácil que prever fríos por la propia naturaleza de las masas de aire implicadas en ambos supuestos.



El secreto consiste en que las masas cálidas son más estables y, sobre todo, muy estacionarias, en buena parte por la ausencia de vientos importantes que las desplacen, así que permanecen sin apenas movimiento durante días, incluso semanas.



Subida gradual
Si los modelos no cambian, cosa complicada pensando en la situación y el plazo del que habla Romay, el mes de abril va a terminar con calores seguramente extraordinarios, algo que se irá notando ya en estos días finales de la semana, conforme la dorsal anticiclónica se vaya estabilizando sobre la península que llega con ausencia de viento y recalentamiento gradual de la atmósfera.



Esto supondrá un incremento de temperaturas que estarán ya a principios de la próxima semana muy por encima de los valores históricamente más habituales para la época del año.



El punto álgido de este episodio se dará a mediados-finales de la semana que viene (miércoles 26 a viernes 28 de abril). En esos días los 30 grados de máxima serán generalizados en toda la provincia y las mínimas seguramente no bajarán de los 15 grados en casi ninguna zona.



El mar, un aliado
Cuando se está hablando de temperaturas que rondarán casi los 40 grados en buena parte de la Andalucía interior, que en el caso de Almería pueden rondar los 35 grados, aunque la zona costera del levante almeriense estará a resguardo gracias a las brisas de origen marino que les permitirá escapar de los calores extremos no superándose los 25 grados centígrados a mediodía.


Esas máximas de treinta grados o más en las horas centrales del día son poco habituales para un mes de abril puesto que en buena parte del interior provincial, a finales de este mes, lo más habitual durante décadas ha sido tener alrededor de 20 grados de máxima y 10 de mínima.


La diferencia
Con respecto a esos datos históricos, “estamos hablando de que, entre el miércoles y el viernes de la próxima semana estaremos, en amplias zonas, unos diez grados por encima de los registros y de las medias históricas, si no algo mas”, advierte Romay.


Habrá que estar atentos a posibles récords históricos de máximas para un mes de abril, “ya que podrían caer algunos”, recalca el climatólogo almeriense, que reseña como máximas históricas los 34,2 grados medidos en el aeropuerto el 5 de abril del 1972, los 31,6 de Abla el 9 de abril de 2011, los 28,9 de Adra del 14 de abril de 2015, los 24,9 de Roquetas el 29 de abril de 2014, los 29,9 en Carboneras el 26 de abril de 2012 o los 34,5 de Huércal Overa el 9 de abril de 2011.


Normalización
Por ahora, si no cambian los mapas meteorológicos, el final de este episodio de fuertes calores debería empezar a remitir a partir del próximo fin de semana (29-30 de abril), con un descenso sensible de las temperaturas, tanto máximas como mínimas. Un calor que está ya presente en capaz altas de la atmósfera, que a 1.500 metros de altitud estarán entre diez y doce grados por encima de lo habitual.


Sin esperanza de lluvia: lo peor de la situación a finales de este mes de abril es que las lluvias “ni se las ve ni se las espera” a juicio de Eduardo Romay, que añade que mayo es ya un mes seco en la provincia. Tras un otoño e invierno extremadamente secos, en los que sólo el mes de diciembre tuvo un comportamiento relativamente normal, quedan ya muy pocas esperanzas de que llueva hasta pasado el verano.


Temas relacionados

para ti

en destaque