¡Naranjazo va!

Cuidado si pasan bajo los naranjos decorativos en estos días de viento

Naranjo cargado de naranjas en Pablo Iglesias
Naranjo cargado de naranjas en Pablo Iglesias La Voz
Lola González
13:07 • 17 ene. 2023

Desde ayer sabemos los almerienses que hoy Eolo iba a visitar esta esquinita de la Península Ibérica en la que tiene una de sus casas preferidas. Sospechábamos que no iba a estar de demasiado buen humor, estamos en alerta naranja y amarilla según la zona de la provincia, y ante la noticia, los valientes que hemos salido de casa hemos repasado mentalmente todos los consejos que desde los servicios de emergencia nos dan cada vez que viene la ventolera. A saber: evitar pasear por zonas cercanas a árboles de gran porte ante la posibilidad de caídas de ramas; palmeras que tienen riesgo de que caigan palmas o incluso puedan llegar a partirse; cerca de edificios antiguos que son más susceptibles de sufrir roturas o caídas de cornisas o partes de la fachada; zonas en las que haya colocadas maceteros y espacios que estén en obras en los que pueden salir volando materiales peligrosos.






Con todos estos consejos en la cabeza se va una a la calle a intentar luchar por andar para recorrer la ciudad. Pero para lo que nadie te prepara es para que te pille una lluvia de naranjas. Y es que esos naranjos decorativos que llenan de olor a azahar la primavera de muchas calles almerienses se encuentran en este mes de enero en pleno proceso de producción y parece que la cosa se ha dado bien, están cargaditos de naranjas. Esa imagen tan bucólica de los naranjos llenos de frutos que nos retrotrae a aquellas extensiones que veíamos de niños al cruzar el puente de Rioja, es tan bella como insegura con vientos como el que sufrimos hoy.



Así, podemos ver aceras llenas de naranjas y algunas de ellas llegan hasta la vía en calles como Pablo Iglesias, una zona de gran tránsito de peatones y de vehículos.






Llega el aire, mueve la copa del árbol y vuelan las frutas. Es entonces cuando los viandantes que pasan cerca hacen malabares para evitar el 'naranjazo' en la cabeza, el hombro o la espalda. Y es que un golpe inesperado de ese tipo duele. Duele porque te pilla en frío, duele porque te deja 'KO' en medio de la calle y te conviertes en el atractivo de los que por allí pasan, y duele porque no entiendes el motivo por el que no se han retirado si estos árboles no tienen más final que decorar. No hablemos ya de que pudiera acabar alguna de ellas en el parabrisas de un coche.



Sea como sea, lo cierto es que las naranjas andan volando en este día de viento así que añadimos un consejo más para aquellos que se lancen a la calle: tengan cuidado porque ¡naranjazo va!




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