“Ha sido un orgullo que una empresa de Almería acabe las obras del Cable Inglés”

Aún con los últimos brochazos de barniz recién puestos sobre los listones de madera, se muestra satisfecho del trabajo llevado a cabo: almerienses y visitantes pasearán por el Cable Inglés gracias a su trabajo y al de los suyos. Al fin y al cabo, no todos los días se trabaja disfrutando de las mejores vistas de la ciudad y, además, sabiendo que este paseo será un antes y un después para la ciudad.

Su nombre es Adrián Martínez Carretero y es el gerente de La Central-Empresa de Servicios, una de las compañías encargadas de poner la madera sobre la que pasearán miles de personas en el Cable Inglés.

“Ha sido una satisfacción para nosotros que una empresa pequeña y de Almería termine la obra”, reconoce el propio Martínez Carretero. “Nos enorgullece, pero no ha sido fácil: han pasado muchas empresas que han ido abandonando el barco porque no se veían y otras empresas que han pasado por otros problemas, porque no siempre nos salen las cuentas”, confiesa.

 Ahora, Martínez Carretero es el primero en señalar los retos que tendrán que afrontar las administraciones. Y lo dice conociendo bien la materia de la que habla: no en vano, el suyo no solo ha sido el papel de gerente, sino que ha sido uno de los trabajadores implicados en la instalación de los listones de madera que conforman el firme del paseo peatonal del Cable Inglés. 

“Las instituciones tienen que vigilar ahora el mantenimiento y creo que la apertura al público debería ser como en otros sitios; como nos pasa a todos cuando salimos de Almería: pagamos un importe porque necesitas personal para ese mantenimiento”, analiza Martínez Carretero.

De los 3.500 metros lineales de madera que recorren el paseo del Cable Inglés, La Central se ha encargado de la instalación de 1.500 metros, no sin dificultades.

“Empezamos en junio la obra y ya los tiempos los iba marcando el verano y las altas temperaturas. Luego faltó madera y se atrasó un poco, y ahora el frío también condiciona: por las mañanas no se puede barnizar porque amanece toda la madera mojada de la humedad”, explica. “Pero en diciembre va a ver la luz”, sentencia Martínez Carretero, uno de los padres de este paseo peatonal sobre el Cable Inglés.