La Delegación territorial de Educación en Almería está recibiendo “continuamente” solicitudes de matriculación de niños ucranianos refugiados desde todos los puntos de la provincia.
Hasta la mañana de este viernes ya hay 49 menores escolarizados en centros de diez localidades almerienses, que han llegado a la provincia en su mayor parte mediante medios privados desde la semana pasada y tras la invasión de Rusia.
En muchos casos los niños han viajado acompañados solo con sus madres, puesto que los padres se han quedado defendiendo a su país.
La Delegación de Educación espera que durante estos días sigan registrándose solicitudes de matriculación, que serán igualmente atendidas. Entre ellos se encontrarán una veintena de menores de un orfanato que ya viajan rumbo a la provincia. Hay que tener en cuenta, como precisan fuentes de la Junta, que la escolarización de los menores de 16 años es obligatoria en España, sean o no refugiados.
Los pueblos de los escolarizados
Educación precisa que esos 49 niños han sido escolarizados en una decena de localidades. En concreto, estos menores estudian ya en centros educativos de Adra, El Ejido, Villaricos, Albox, La Gangosa, Olula del Río, Carboneras, Mojácar, Palomares y Almería capital.
La Junta ha transmitido a este diario el mensaje de que desde la Administración se han garantizado los recursos necesarios para atender todas las necesidades escolares.
El delegado en Almería, Antonio Jiménez, ha vuelto a trasladar un mensaje de tranquilidad porque, como explica, desde el pasado septiembre la Delegación ha tramitado más de 5.500 solicitudes de escolarización extraordinaria sobrevenida y por tanto asegura que su departamento cuenta con sobrada experiencia en este tipo de escolarización.
En cuanto a los trámites de matriculación, señala que las familias se tienen que dirigir a los centros educativos del municipio en que se encuentren o incluso a la Delegación de Educación y solicitar plaza.
“A continuación, nos ponemos en contacto con el centro para ver qué recursos se necesitan, porque se están dando diversas situaciones, como casos de niños que conocen perfectamente el español y no necesitan más allá de una plaza escolar, alumnos que hablan inglés perfectamente pero no castellano, a quienes se deriva a centros bilingües, o bien niños que no hablan ni inglés ni español, que se dirigen a centros con profesores de adaptación lingüística.
“Otra cosa es -añade-, que de forma masiva lleguen niños a un pueblo en concreto y se necesiten recursos. En este caso estamos coordinados con los jefes de servicio, tanto la Inspección como Ordenación Educativa y Planificación, para que si hiciese falta reubicar algún recurso o crearlo estemos en disposición de hacerlo”, concluye Jiménez.
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