La Navidad, ahora sí, ha llegado a Almería

Éxito del espectáculo visual en la Puerta de Purchena que se llenó de gente

Lola González
21:15 • 07 dic. 2021

Amores reñidos son los más queridos. Eso es justamente lo que le ha pasado al concejal de Cultura, Diego Cruz, con esta Navidad. Después de diez días de sufrimiento con el montaje de la noria antes de tiempo, de ver que las luces no llegaban el día 3 y que las que lo hacían, como en la Rambla, se iluminaban ‘in extremis’, y de las quejas de los vendedores ambulantes porque es evidente que las casetas de este año no son lo bonitas que lo fueron el pasado, el caluroso aplauso generalizado de una Puerta de Purchena a rebosar después del espectáculo visual le ayudó a respirar y a encender su espíritu navideño.



Como bien está lo que bien acaba, lo emocionante de este 7 de diciembre era ver la Puerta de Purchena como antaño. Llena de gente y de niños sonrientes, a pesar de las mascarillas, disfrutando de uno de los momentos más bonitos que vive la ciudad y que la pandemia se llevó por delante en 2020. 



Se apagaron las luces y empezó a sonar la música. Llegó la nieve, de la artificial que es la única que nos podemos permitir los almerienses capitalinos, y comenzó el espectáculo. Luces de colores remarcaron el perfil de la ya bonita Casa de las Mariposas. Llamaradas de fuego dirigían la mirada de los almerienses hacia el escenario. Allí esperaban pacientes los miembros de la Orquesta Joven de Almería (OJAL) su turno. Llegaba pronto bajo la batuta del concertino, y a la sazón director del área de Cultura del Ayuntamiento, José Vélez. 



Árboles de Navidad, la cara de Papá Noel y hasta el perfil de Sus Majestades de Oriente iluminaron el edificio mientras los fuegos artificiales alumbraban el cielo almeriense mientras se escuchaba ‘El Tamborilero’ como aquel que anuncia la llegaba de las fiestas navideñas. No se me ocurre un mejor pregonero para comunicar que, ahora sí, cuatro días más tarde de lo querido y esperado, ya es Navidad en Almería.



Iluminación



Con el último cohete gordo, como mandan los cánones, se cerraba el espectáculo que daba paso a la cuenta atrás para apretar el botón que encendería la iluminación y el gigantesco árbol bajo el que ya se han hecho miles de selfies. “¡Cuatro, tres, dos, uno…!” gritó la gente y el alcalde, Ramón Fernández-Pacheco, apretó la llave de la luz. Ahora con todo encendido, y pidiendo a los almerienses que recuerden que la Navidad es “para disfrutarla” pero sin perder de vista que “el virus sigue ahí”.



Tocó correr hasta la Plaza de las Velas para la segunda parte del espectáculo. Desde la Ballena se lanzaron otra tanda de fuegos artificiales. Allí, junto a la noria y sus largas colas para subir -es un éxito de concurrencia, no cabe duda- estaba montado un escenario sobre el que daba la bienvenida a las fiestas la Spacio Orquesta a la que no le faltaron ni bengalas.



Todo esto para decir que ya está aquí la Navidad. Que ha llegado tarde, o al menos más tarde de lo previsto, pero que ha llegado.


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