¡Una casa de madera en Almería!

Para la mayoría de la gente del sur de España es difícil pensar en otro tipo de construcción que no sea la de toda la vida de ladrillo y cemento.

La empresa Carman Interiorismo que tiene su estudio en la Avenida del Mediterráneo, ha terminado una de las primeras viviendas industrializadas de madera que se ha construido en Almería,  donde un alto porcentaje de los elementos constructivos es elaborado en fábrica de forma sistemática con empleo de máquinas, robots y trabajadores especializados. La mayor parte de la construcción se realiza a cubierto y en condiciones de trabajo óptimas, cosa que no sucede en la construcción convencional, donde el peso de la calidad del edificio resultante recae en los trabajos in situ, por personal no siempre cualificado y en condiciones ambientales variables y en su mayoría adversas debido a los trabajos a la intemperie...

Al haber un mayor control del proceso, el factor error humano se reduce, la precisión dimensional y espacial es mucho mayor, los procesos se automatizan y las fases de ejecución se definen de forma más clara sin necesidad de depender de la improvisación. El desarrollo no depende de la climatología y la siniestralidad laboral es mucho menor. En cuanto al impacto ambiental, la generación de residuos es menor, se consume menos agua y menos energía. 

Marisa Cuadrado gerente de Carman Interiorismo ha sido la decoradora responsable del proyecto y se llena de emoción cuando recuerda cómo se enfocó este proyecto: “el objetivo de este proyecto fue conseguir plasmar la personalidad y el estilo de vida de los propietarios. Trabajar con ellos me ha enriquecido muchísimo.  Cuando no se siguen estereotipos, ni se tienen prejuicios, sabes lo que quieres y lo que necesitas, aparece  casi por inercia un resultado bello y único.  El segundo objetivo fue conseguir una vivienda con un estándar ecológico mucho más alto que las que se pueden hacer de forma convencional. Se siguieron estándares de casa pasiva en la que se utilizan los recursos que nos ofrece la arquitectura bioclimática que  combinados con una eficiencia energética, nos permite un consumo mucho menor. Además se tuvo muy en cuenta la huella de CO2 que deja este tipo de construcción y se orientó en algunas cualidades la línea de casa sana, buscando la orientación perfecta, utilización de pinturas ecológicas, no utilización de muebles lacados, materiales reciclados, inhibidores de frecuencias móviles, energía renovables...”

Esta casa de madera no se parece en nada a las que vemos en las películas americanas, así destaca Marisa: “Cuando hablamos de casas de madera, a muchas personas se les viene a la cabeza la típica cabaña, pero este tipo de viviendas no tienen nada que ver,  pues la estructura puede incorporar todo tipo de acabados, tanto en el exterior como en el interior. En la industrialización el diseño no está limitado, sino que la definición del edificio se desarrolla en fases tempranas. Una vez decidido el diseño arquitectónico, el proceso de construcción se automatiza y hay menos posibilidad de modificaciones improvisadas. Las posibilidades que nos ofrecen son infinitas”.

El interiorismo en este tipo de construcción por tanto es fundamental, el decorador tiene que saber muy bien combinar los materiales con los acabados  y con la madera al igual que todo el resto de elementos como la iluminación, distribución, alturas, etc, para obtener un espacio acogedor y diferente que nos brinda este tipo de diseño.

“Cuando alguien está dispuesto a construir su casa de madera, el respeto del medioambiente es uno de los factores que está presente en la mesa de trabajo y son muchas las ventajas con respecto a una vivienda habitual. Ya hemos hablado del consumo energético donde podemos llegar a un 90% de ahorro, pero es que además el diseño que brinda la madera como parte del interior nos va a dar calidez y su naturalidad no pasa inadvertida” destaca Marisa.

Si buscamos información sobre este tipo de viviendas todos los profesionales destacan el control de costes y la rapidez de ejecución, así por ejemplo esta vivienda que se ha construido en Almería se ha resuelto en 12 meses, siendo su plazo convencional de 24 meses, y además desde el inicio se puede resolver con unos costes controlados siempre que no alteremos el desarrollo de la ejecución.

Y por último Marisa destaca: “y sobre el coste de la construcción, podemos pensar que estamos antes viviendas que requieren de un altísimo presupuesto, precisamente lo bueno de este tipo de construcción es el ahorro que nos ofrece reducir el plazo de ejecución y las posibilidades de combinar materiales y diseños lo que nos posibilita encontrar soluciones que  pueden llegar a no superar en precio a una vivienda convencional”.