El gran impulsor de la sanidad privada almeriense

José Vicente Rull ha convertido a HLA Mediterráneo y HLA Moncloa en referentes en España

José Ramón Vicente Rull, gerente de los hospitales HLA Mediterráneo y Moncloa.
José Ramón Vicente Rull, gerente de los hospitales HLA Mediterráneo y Moncloa. La Voz
Miguel Cabrera
07:00 • 17 oct. 2021

José Ramón Vicente Rull (Almería, 1953) se ha convertido en el gran impulsor de la sanidad privada almeriense, después de haber conseguido en los últimos años situar a los hospitales HLA Mediterráneo, en Almería,  y Moncloa, en Madrid, como referentes de la medicina provincial y nacional. Pero además, Rull ha sido nombrado recientemente como consejero de Lavinia Sociedad Cooperativa, accionista única de ASISA, compañía de la que es delegado en Toledo.



Almeriense de pura cepa, Rull estudió en La Salle y, para relativa sorpresa de su familia, aprobó el ‘Preu’ y decidió estudiar medicina. “Cuando se lo dije a mi familia, mi padre, que era constructor, salió de la cocina y se pegó una 'panzá' de llorar, porque yo era un estudiante normal, del montón y quizás no se lo esperaba”, recuerda. 



De Almería dio el salto a Granada, para instalarse en el Colegio Mayor Santa Cruz la Real, en pleno barrio del Realejo y empezar Medicina, aunque en medio tuvo arrestos para hacer la milicia universitaria en Almería, Toledo y Ronda. “En la carrera sí fui un poco más brillante como estudiante, y cuando terminé me presenté al MIR para hacer en el Clínico de Granada la especialidad de Medicina Intensiva, que era nueva, por la que me decidí a pesar de los consejos de todos mis amigos y compañeros”, rememora.



Todavía tendría tiempo para viajar por España antes de recalar en Almería, puesto que tras terminar la especialidad comenzó a trabajar como intensivista en el Hospital Txagorritxu de Vitoria, puesto que conocía allí al jefe de servicio, un oriundo de Almería. 



A Torrecárdenas El Hospital Torrecárdenas fue su siguiente destino al lograr una plaza como especialista, y a partir de ahí su progresión fue meteórica hasta alcanzar la jefatura del servicio, que convalidó con sus primeros años en la medicina privada



Sin embargo, su carrera en la sanidad pública se truncó cuando la Administración decidió que las jefaturas de servicio requerían de exclusividad. 



“Yo estaba en el Virgen del Mar como internista de ASISA, y cuando esta compañía compra el Hospital Mediterráneo me ofrecen dirigirlo. Y yo digo que sí”. De esta forma primero ocupó la dirección médica y a continuación la gerencia, que actualmente mantiene, tras haber modernizado, ampliado y dotado al centro de los más avanzados servicios, algunos de los cuales son referencia en España. “Me dediqué en cuerpo y alma al HLA Mediterráneo, hasta que me llaman para ofrecerme también la gerencia del HLA Moncloa”.



Dicho y aceptado, José Vicente Rull volvió a coger las maletas para plantarse con su mujer -que trabaja como enfermera- en Madrid, donde ahora reside -en pleno barrio de Salamanca-, junto a la mayor parte de su familia. “Allí viven también mis dos hijos odontólogos con dos nietos de uno de ellos -además tiene una hija que es doctora en ingeniería agrónoma y trabaja en Almería, donde vive con sus otros dos nietos-, aunque mi ilusión es volver algún día definitivamente a Almería, si todavía me quiere”, ironiza. 


Sin embargo, esta vuelta parece ahora cuanto menos complicada: "Sobre todo porque de momento no tengo la menor intención de jubilarme, la palabra jubilación no está en mi diccionario”, bromea. 


Aficiones Esto es así a pesar de que, como reconoce, podría ocupar su tiempo libre perfectamente practicando sus aficiones con sus grandes amigos que mantiene en Almeria, como el disfrute del campo y de la tierra y los paisajes de la Alpujarra en su casa de Ohanes o la navegación y la pesca a bordo de una de sus dos embarcaciones en la capital, una de ellas una espectacular Rodman 41. 


Como buen pescador no duda en destacar la excelente captura de pescado de la que pudo disfrutar recientemente con su amigo Francis “a la altura del río, a unos 14 metros de profundidad”. “Fueron por lo menos 20”, asegura sin exagerar.


Ahora, con la perspectiva de mirar a Almería desde la capital de España, Rull afirma con rotundidad que la medicina almeriense es hoy “de muy alta calidad, tanto la pública como la privada, y tiene a muy grandes profesionales, cada vez mejores, por lo que cada vez es menos necesario salir fuera para recibir una atención de calidad”, salvo en contadas circunstancias y especialidades. Por eso se muestra también orgulloso de haber contribuido a ello, en la gran medida de sus posibilidades y también formando a los profesionales como profesor en la UAL.


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