El Retrovisor: Carmen de Burgos en Unión Radio, génesis de la Cadena SER

En el libro de Ángeles Afuera se hace referencia a la periodista almeriense

El libro de Ángeles Afuera recoge el nacimiento de Unión Radio.
El libro de Ángeles Afuera recoge el nacimiento de Unión Radio. La Voz
Antonio Torres
07:00 • 15 ago. 2021

Editado en Cátedra, cuenta la peripecia de Unión Radio, génesis de la SER y las primeras colaboraciones de la periodista almeriense Carmen de Burgos, Colombine, y de su compañero sentimental, Ramón Gómez de la Serna Puig (Madrid, 1888-Buenos Aíres, 1963),  pionero de los reportajes en la historia de la radio española. Con un micrófono y los rudimentarios sistemas de transmisión de los años veinte se plantó el 21 de noviembre de 1929 en la Puerta del Sol y desde el Café de Levante y la propia plaza dio voz a vendedores y chóferes, a los jugadores de billar del café, al numeroso público congregado.



Leemos la crónica en la revista Ondas: “La gente forma corrillos y espera que el gran Ramón Gómez de la Serna realice su reportaje radiado. ¿Cómo se podrá llevar un micrófono de un lado a otro?” El último reportaje de Ramón en Unión Radio fue el 12 de julio de 1936. Una semana más tarde estallaba la Guerra Civil y él, como tantos otros, partía para el exilio, según Ángeles Afuera (Madrid, 1954), que dirigió hasta su jubilación el Departamento de Documentación de la SER durante 27 años.



El autor del género literario, las greguerías, fue articulista en los diarios El Sol o La Voz, el periódico que con mayor amplitud trató el Crimen de Níjar de 1928 y que inspiró las obras Puñal de claveles de Colombine y Bodas de sangre de García Lorca. De la Serna trabó gran amistad con Ricardo Urgoiti, fundador de Unión Radio Madrid, germen de la actual cadena SER. En 1927 empezó a colaborar con la emisora, formando parte de la que seguro es la primera tertulia de la radio española. Podemos leer en la programación del 2 de marzo de 1928, según Ángeles Afuera: “La gripe. Charla por La Pandilla, integrada por los señores Ramón Gómez de la Serna, López Rubio, Jardiel Poncela, Sama y Tono”.



El micrófono



Gómez de la Serna se hizo instalar un micrófono en el despacho de su casa, génesis, “abuelo”, definición de Afuera, de los actuales sistemas de RDSI. Desde su casa emitía sus charlas y comentarios culturales, a los que llamaba Parte del día. Y cuando dejó Madrid por unos meses para viajar a América dejó grabadas en discos de pizarra sus Cartas habladas para que pudieran emitirse en su ausencia.



En el Ateneo de Madrid se celebraban grandes tertulias con la presencia de intelectuales y políticos como Manuel Azaña en las que la célebre, Josefina Carabias, primera periodista propiamente dicha de Unión Radio, escribió crónicas sobre esos encuentros para varios periódicos. Para Carabias la radio fue tangencial en su exitosa labor periodística como he explicado en este medio y en varias publicaciones especializadas. Hubo retransmisiones por parte del programa La Palabra, pionero de los informativos en la historia de la radio. Ramón celebraba cada sábado por la noche una tertulia literaria, acompañado de su “cuadrilla” en el café Pombo. Entre los asiduos figuraban Concha Espina y Colombine, invitada a los programas sobre la mujer de la doctorada en Filosofía y Letras, comprometida con su tiempo, Matilde Muñoz Barberia (Madrid, 1895-La Habana, 1954) seudónimo de Selma Barberi, en Unión Radio Madrid. Muñoz, la periodista cultural a la que Franco desterró de su profesión, fue miembro de la Unión Republicana Femenina. Tras la Guerra Civil, se le prohibió ejercer de periodista y decidió exiliarse a Cuba en 1945. Colombine dedicó uno de esos reportajes a la vida del general Riego.



Según la revista Ondas, la almeriense pronunció la célebre frase “Podríamos decir que la mujer es más radiofónica que el hombre”. En un artículo de esa revista de junio de 1927, “La radiotelefonía y la mujer”, hay un interesante compendio de textos escritos por parte de mujeres relevante como Matilde Huici, colaboradora de María de Maeztu en la organización de la Residencia de Señoritas y cofundadora de la Asociación Española de Mujeres Universitarias, Victoria Kent, primera mujer en colegiarse en el Colegio de Abogados de Madrid  y Colombine, nuestra primera reportera de guerra y precursora que abrió muchos caminos, entre otras. Había quien iba a escuchar y aprender y otros a montarla en medio de copas de anís y ruido, pero cuando hablaba el maestro todo el mundo callaba. Miguel de Unamuno decía que las tertulias literarias constituían desde el siglo XIX la verdadera universidad popular española. En este caso las aulas donde se impartían las clases eran los cafés históricos. En nuestros pueblos, las personas salen a la calle para tomar el fresco, rodeados de vecinos, el reencuentro con nuestros emigrantes y sillas durante el verano. Cada vez son menos estas añoradas tertulias para conocer todo tipo de patrimonio local.



Unión Radio fue el primer gran proyecto radiofónico español, nacido en 1924 y respaldado por las principales compañías internacionales, de la británica Marconi a las americanas General Electric y RCA, la Tudor francesa o la AFA alemana. Su objetivo, que cumplió en sus 14 años de existencia, fue crear una cadena de emisoras locales en torno a una cabecera potente, su emisora principal, la madrileña Unión Radio, que comenzó a emitir en junio de 1925. Desde su nacimiento, Unión Radio, instalada en la Gran Vía de Madrid, fue la voz y el reflejo de una época apasionante, de gran efervescencia creativa, de cambios políticos y sociales. En sus estudios coincidieron  García Lorca, Alberti, Joaquín Turina, Igor Stravinsky, Victoria Kent, Clara Campoamor, La Argentinita y muchos otros, pero también personajes ahora olvidados que concibieron muchos de los géneros de la radio de hoy. Su micrófono recogió en directo la llegada de la Segunda República, y ni un solo día faltó a la cita con los oyentes, cada vez más numerosos, durante los tres años de la Guerra Civil.


La SER es innovadora desde sus inicios. De ser una emisora de altavoz musical en los primeros tiempos a renovar el lenguaje, el estilo adaptado a la técnica y a tener un acento de cercanía con los primeros informativos tanto en España como en Andalucía cuando desde Radio Sevilla, tiempos del maestro Iñaki Gabilondo, se aplicó aquello de Siéntase orgulloso de SER andaluz, en los albores de la Transición.

Si les gusta la radio, la historia de España, las luchas fratricidas, lean el libro de Ángeles Afuera.


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