La alta temperatura del mar abre la puerta a un otoño de gota fría

El IEO detecta máximas históricas en la zona del Mar de Alborán

Las inundaciones son cada vez más frecuentes en la provincia
Las inundaciones son cada vez más frecuentes en la provincia La Voz
Antonio Fernández
07:00 • 13 ago. 2020

Los científicos del Grupo Mediterráneo de Cambio Climático, organismo dependiente del Instituto Español de Oceanografía han alertado sobre el nivel de calentamiento de las aguas en el Mar de Alborán, con registros que se acercan a los 28 grados centígrados.



La cuestión es que no se trata del placentero efecto de unas aguas de baño ‘calentitas’, sino de un problema calificado como “una importante anomalía". Las causas de esa situación anormal responden a las altas temperaturas en tierra y a la persistencia del viento de levante en el litoral.



Histórico La cuestión es que esos casi 28 grados se han convertido ya en un record absoluto desde que se realizan este tipo de mediciones por parte del Instituto Español de Oceanografía, un registro que se inició a partir del año 1984, con una temperatura que es cinco grados superior a las consideradas normales en esta época del año.



Manolo Vargas, físico del Grupo de Cambio Climático del IEO, afirma que “por desgracia, estos récords empiezan a ser algo común, y no son exclusivos, ni una particularidad de Málaga o de Almería, ni del Mar de Alborán; los estudios realizados por el IEO muestran que las aguas de todo el Mediterráneo se están calentando y que el ritmo al que se produce este calentamiento se está acelerando durante la última década”,



Gota fría?
El fenómeno observado ha disparado las especulaciones sobre la posibilidad de que se produzca una o varias DANA (Depresión Atmosférica en Niveles Altos de la Atmósfera) en la recta final del verano meteorológico, que finaliza el próximo 31 de agosto, o en los primeros compases del otoño.



Desde la sociedad Meteored, dirigida por José Antonio Maldonado, recuerdan que en los últimos años, conforme va transcurriendo el mes de agosto, los términos gota fría o el más actual de DANA se convierten en estrellas de los medios de comunicación y en las conversaciones de aficionados a la meteorología o de los propios ciudadanos.



También señala que a estas alturas del año, tras varios envites de calor y con un Mediterráneo muy caliente, la gota fría o DANA poco a poco empieza a ganar protagonismo en las conversaciones de la calle y la amenaza de la llegada de episodios de lluvias torrenciales cobra fuerza.



Desestacional
En cualquier caso explican los meteorólogos de Meteored que hay que asimilar que es cada vez más habitual que se produzcan aguaceros muy intensos fuera del otoño, como ya ocurriera en el invierno de 2017, en la Semana Santa de 2019 o con el paso de la borrasca Gloria el pasado mes de septiembre y los daños cuantiosos que produjo en la zona de Níjar.


Y sostienen que, entre las causas conocidas, se sitúa también la acción del ser humano “debido a la intensa urbanización que ha experimentado el litoral mediterráneo, con la ocupación de cauces y otras zonas inundables; y no es necesario que los registros sean estratosféricos para que se produzcan problemas importantes. Por desgracia, este último factor suele quedar en el olvido”.


Mayor potencial
En cualquier caso, y aunque los profesionales del clima se resisten a reconocer una relación directa entre la temperatura del mar y las DANA’s (de hecho no existe como certeza matemática), lo que sí señalan es que estas depresiones en altura se pueden descolgar en cualquier época del año. “De hecho, ya hay estudios que han constatado que se están volviendo más frecuentes en nuestra zona”.


Tampoco es conveniente olvidar que, en el contexto actual de calentamiento global, el incremento de temperaturas de la superficie terrestre y del mar permite que el calendario de lluvias torrenciales se vaya extendiendo. Ahora el potencial es mayor ya que el calentamiento del mar no genera gotas frías, pero agrava las lluvias torrenciales


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