“Nos volcamos desde el principio y el encierro se cumple mejor en Almería”

Entrevista / Los héroes de la batalla de Almería: Israel Ruiz, oficial de la Policía Local

Israel Ruiz López, oficial de la Policía Local de Almería.
Israel Ruiz López, oficial de la Policía Local de Almería. La Voz
Miguel Cabrera
07:00 • 17 abr. 2020

Israel Ruiz López (Almería, 1981) es oficial de la Policía Local en la capital, y estos días coordina las patrullas que trabajan en la calle, algo que también hace él mismo. Vive en el barrio de Los Ángeles, de donde es su familia, con su mujer y sus dos hijos, una niña de nueve años y un niño de siete. Hermano del triatleta Jairo Ruiz, que ha dado nombre al pabellón de deportes del barrio, se enorgullece también de ser deportista: “En esta casa, quien no haga deporte es una oveja negra”. Es cinturón negro de taekwondo, aunque practica todo tipo de artes marciales y boxeo,  que practica de vez en cuando con un compañero jubilado que era boxeador.



¿Ha cambiado mucho su trabajo debido a la pandemia?
Ha cambiado drásticamente. Todas las tareas habituales se han suprimido y nos dedicamos casi  exclusivamente a la protección de la sanidad pública y a garantizar el cumplimiento del estado de alarma.



¿Se han modificado también sus turnos?
Si, ahora pasamos un periodo de siete días trabajando en turnos de 12 horas, y a continuación nos consideran en  situación de riesgo, por lo que permanecemos  14 días en casa. Si no tenemos síntomas, volvemos a trabajar.



¿Hay agentes suficientes para hacer esto?
Sí, porque todo el personal que había en oficinas se ha puesto el uniforme y ha salido a la calle, y nos da el número de agentes suficientes para  establecer tres partes iguales, dos tercios hibernando y un tercio operativo. Ahora mismo tenemos más de 200 agentes para la calle, con los alumnos en prácticas, que también están operativos.  Tememos como mínimo dos patrullas por cada sector.






Ya hemos conocido de personas que han sido condenadas a prisión por incumplir reiteradamente el confinamiento. ¿Han tenido algún caso?
­Ahora mismo tenemos un detenido por incumplirlo en cuatro ocasiones, la última vez en El Zapillo. Al comprobar que era la cuarta ocasión, entendemos que  comete un delito de desobediencia a la autoridad. Se le ha detenido y ha sido puesto a disposición judicial.



¿Cómo está cumpliendo el almeriense este encierro?
Tenemos la sensación de que en Almería se cumple mejor que en otras capitales. Fuimos capaces de darnos cuenta de la importancia de la situación y nos volcamos desde el primer minuto. El resultado ha sido muy bueno. Cuando se decretó la alarma, nos pilló el coronavirus con menos casos, pero desde la Policía Local transmitimos el mensaje de que esto era muy serio. Desde el primer día montamos controles de vehículos, a la gente andando, para hacer ver que íbamos a estar siempre encima. Al principio tuvimos una cantidad grande de sanciones, pero en cuestión de cuatro o cinco días se redujo, y se sigue en la misma línea.



¿Sigue sorprendiéndose de que le aplaudan en El Puche?
Es verdad que mandan las circunstancias, que son muy especiales, son cosas nuevas, porque nosotros estamos acostumbrados a asumir el rol del malo, pues somos los que sancionamos. Pero es verdad que nos ha sorprendido el apoyo, porque la mayoría de la gente quiere que se cumplan las cosas bien, y nos ven desde sus ventanas muchas veces con indignación, por desaprensivos que no cumplen.


¿Han tenido problemas para contar con equipos de protección?

Los primeros días hubo problemas de desabastecimiento,  el Ayuntamiento los solicitaba pero no había en el mercado. Gracias a las donaciones de la gente, a la solidaridad de empresas y ciudadanos, ningún día nos ha faltado material.


¿Qué le ha impactado más en sus patrullas?
Tengo 18 años de servicio y en estos días he visto las situaciones más extrañas: barrios como Pescadería, con una población enorme, siempre con niños en la calle, están desiertos...parece una película de terror; o entrar en El Puche y que te aplaudan,  es increíble. Pero sobre todo me impactó un día en el que, en un control de vehículos, me encontré un chico que venía llorando, lo paramos para ver qué sucedía, y en el asiento del copiloto llevaba, con el cinturón puesto, la urna con las cenizas de un familiar que acababa de recoger, sin haber podido hacer ni el velatorio ni la despedida que se merece un ser querido. Con hechos así, vemos lo grave que es todo esto, sobre todo emocionalmente.


¿Tiene conocidos con el virus? ¿Cómo protege a su familia?
En mi familia no he tenido ningún caso. Como me considero de riesgo alto, solo veo a mi esposa y mis dos hijos, a mis padres no, ni los veré hasta que esto acabe, eso lo llevamos a rajatabla. Tengo un amigo que ha dado positivo y ha pasado la enfermedad sin problemas.


¿Debería permitirse ya que los niños salieran?
­Parece ser que los niños son los mayores ‘distribuidores’ del virus, lo tocan todo, por suerte son los que menos sufren la enfermedad. Si van acompañados, igual que los niños autistas, que salen con sus padres, sí podría ser, pero ir a un parque con columpios y demás, desde luego que no.


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