Merengues que llevan el nombre de Canjáyar por el mundo

Un siglo de la dulce historia de la repostería alpujarreña

Mari Ángeles Pastor con una bandeja de merengues
Mari Ángeles Pastor con una bandeja de merengues La Voz
Antonio Fernández
07:00 • 24 ago. 2018

Hace más de un siglo que Tomás Pastor llegó a Canjáyar, procedente de la vecina Ohanes, con su receta de merengues artesanales y con reminiscencias de uno de esos productos llegados desde tiempo de los árabes.



Desde entonces esos merengues han sido y siguen siendo una referencia obligada cuando se habla de la localidad enclavada en la comarca del Andarax porque ¿quién va a Canjáyar y no compra merengues?



Tomás Pastor tuvo cinco hijos, pero sólo dos siguieron adelante con la repostería de su padre; y de esos dos uno optó por apuntarse a la Guardia Civil. Francisco Pastor tomó el relevo en la pastelería familiar Delicias de la Alpujarra y, junto a su esposa Joaquina Cazorla, mantuvo inalterable la receta que más éxitos les ha proporcionado a lo largo de los últimos cien años.



El legado
Actualmente es Mari Ángeles Pastor, junto a su marido Cristóbal Sánchez, los que gestionan la vieja pastelería y “hemos dedicado nuestro esfuerzo en que los merengues y el resto de productos que hemos heredado no se pierdan, porque son una referencia para nosotros y también para el pueblo”.



Y ahí siguen con la tradición y con la fórmula que mantiene inalterable la calidad y el atractivo de esos dulces que “en el fondo no tienen mucho secreto; son clara de huevo, azúcar y bastante limón, un horno tradicional de leña y mucho cariño, posiblemente el ingrediente más importante”.



Horno moruno
El horno que utilizan no es convencional y mucho menos moderno, es moruno y se enciende con sarmientos que arden hasta alcanzar la temperatura perfecta y luego se retiran para no manchar los merengues “porque mantiene el calor, incluso durante varios días, una temperatura suficiente para hacer los merengues”, explica Cristóbal.



Sea por la tradición, sea por el tostado exterior del dulce o por el aroma a limón que desprende en cuanto se le da un bocado, el caso es que los merengues de Canjáyar están abriendo fronteras. Mari Ángeles afirma que les llegan peticiones desde muchas partes del mundo:



“Son personas que han salido del pueblo o que han conocido nuestros dulces en alguna visita o en algunas celebraciones y los buscan”. Algunos de los destinos de los merengues en estos últimos meses han sido Atenas (en Grecia), Alemania, Inglaterra, Francia “y por supuesto muchos se van para Cataluña, donde hay una presencia importante de gente salida desde esta comarca”.


Celebraciones
Los pedidos suelen ir destinados a celebraciones de todo tipo, desde bodas a cumpleaños o fiestas particulares en las que “no pueden faltar”, sobre todo si hay almerienses de por medio. Mari Ángeles y Cristóbal no hacen distribución específica y sólo trabajan por pedidos realizados por gente de muchos países y de regiones españolas.


Aseguran que su publicidad “no es otra que el boca a boca, porque quienes los pruebas suelen luego venir a buscarlos y esa es nuestra mayor satisfacción, ver que gustan y los quieren”.


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