Enfermos con tuberculosis y sarna, sin aislamiento por falta de espacio

Las carencias de los módulos de custodia del Puerto de Almería generan problemas sanitarios

Recepción de los ocupantes de una patera en el Puerto de Almería
Recepción de los ocupantes de una patera en el Puerto de Almería La Voz
Javier Pajarón
07:59 • 17 jul. 2018

Juan Ignacio Zoido aseguró el pasado mes de noviembre que la continua llegada de pateras había “colapsado” el sistema español de extranjería. El entonces ministro del Interior justificó así la apertura del centro penitenciario de Archidona (Málaga) como improvisado centro de internamiento de inmigrantes. Ocho meses después, el número de inmigrantes irregulares rescatados en pateras crece un 120 por ciento (más de 14.000 en el primer semestre de 2018), mientras los recursos asistenciales permanecen congelados.




La situación genera importantes problemas sanitarios. Personas con enfermedades infecciosas conviven en los módulos de custodia temporal del Puerto de Almería sin un adecuado aislamiento. La semana pasada, con 191 inmigrantes repartidos por los módulos prefabricados del Muelle de Poniente, un enfermo de tuberculosis y siete de sarna estaban mezclados con decenas de personas.




El primero estaba en el Módulo Tres con 16 compañeros sanos. Mientras los siete enfermos con sarna se repartían el Módulo Uno, el primero de los dispuestos en la dársena del Muelle de Poniente. Estos datos aparecían reflejados con rotulador de distinto color en una pizarra informativa para policías, Cruz Roja y otro personal empleado en el recinto.




Los inmigrantes irregulares son recibidos a pie de dársena por personal de la Cruz Roja y clasificados según sus características. Una pulsera de la Policía Nacional les identifica de forma preliminar, mientras otra pulsera (con distintos colores) señala su estado de salud. Las personas más enfermas son trasladadas a centros médicos, mientras otras permanecen en el Puerto de Almería a la espera de los correspondientes trámites de extranjería. Es decir, siguen custodiados hasta el envío a un CIE fuera de la provincia de Almería o, como sucede de forma masiva en las últimas semanas, son puestos directamente en libertad.

La situación ha generado un enorme malestar entre los agentes de la Policía Nacional, temerosos de contraer enfermedades contagiosas por falta de un control exhaustivo sobre los inmigrantes y, al mismo tiempo, alarmados por las condiciones de los ciudadanos rescatados en el Mar de Alborán. Cruz Roja reparte ropa limpia en unas bolsas selladas, sin embargo, como denunció el Defensor del Pueblo, los inmigrantes duermen en colchonetas sobre el suelo. Esas piezas pasan de unas personas a otras y, en los momentos de especial actividad, se comparten durante una misma noche. La Policía Nacional en Almería fumiga periódicamente las instalaciones, aunque la constante llegada de pateras impide trabajos más exhaustivos en unos módulos de custodia temporal castigados tras una década de uso y decenas de miles de ciudadanos acogidos.



Madres con bebés
El protocolo de atención a los inmigrantes rescatados en pateras insta al traslado inmediato de las madres con bebés para evitar las malas condiciones de los módulos del Puerto de Almería. Sin embargo, en la práctica muchas mujeres se ven obligadas a pasar alguna noche en colchoneta sobre el suelo de los módulos, como evidencian imágenes a las que ha tenido acceso LA VOZ DE ALMERÍA.



El Defensor del Pueblo ya alertó de esta situación en el Congreso en febrero. “En Almería existen unas instalaciones prefabricadas en el puerto y que carecen de enseres tales como literas (...)  El ingreso en un calabozo con hasta 21 personas simultáneamente, recién llegadas a la costa, como pudimos comprobar en una de la visitas, no es la mejor respuesta que cabría esperar. Como tampoco lo es ingresar a menores o madres con bebés en esas instalaciones”.





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