Dos plenos, un informe y media hora para la vuelta de Mabel Hernández

Con el respaldo del secretario, se cerró el capítulo de la marcha de la edil naranja del grupo

El Grupo Municipal de Ciudadanos de nuevo reunido
El Grupo Municipal de Ciudadanos de nuevo reunido
Lola González
22:18 • 18 jul. 2017

“Esperpento”, “espectáculo”, “desgraciado suceso” o “hazmerreír” son algunos de los calificativos con los que ayer describían los concejales de la capital un día que “pasará a la historia del Ayuntamiento” y no en el capítulo de los días más felices precisamente, tras la celebración de los plenos de ida y vuelta de Mabel Hernández del Grupo Municipal de Ciudadanos.




Y es que el ambiente estaba muy enrarecido desde que a primera hora de la mañana el secretario municipal entregaba su informe definitivo y tocaba decidir, apenas una hora antes de la prevista para el inicio del Pleno para dar cuenta de la conformación del Grupo de No Adscritos, que no sería una sino dos las sesiones extraordinarias que se celebrarían para ello.




Aunque el sistema no terminaba de convencer,sobre todo a la Asesoría Jurídica que había realizado un informe ratificando que la marcha de la edil naranja era absolutamente irrevocable, algo en lo que coincide el secretario municipal afirmando que  “no admite retractación alguna”, sí que encuentra una vía para el regreso al grupo de los naranjas.




Cambios
Así, desechaba los puntos del orden del día que implicaban la modificación de la estructura del plenario y de las comisiones informativas. Esgrimía que antes de realizar estos cambios “hay que tener en cuenta el escrito de reintegración en Cs con el consentimiento expreso de sus compañeros” y afirmaba que, como “han mediado no más de cinco días” que “disponen los grupos municipales para la adscripción de miembros a su grupo”, tal y como recoge el Reglamento Orgánico de Pleno, y basándose en la ley antitransfuguismo determina que “no es transfuguismo”.




Se convoca entonces de urgencia un segundo Pleno, en el que finalmente nadie habló, y en el que el secretario municipal basándose en una sentencia del Tribunal Constitucional, en el ROF, en el funcionamiento interno del Parlamento andaluz y del Congreso de los Diputados da el visto bueno a este renovado Grupo Municipal Ciudadanos con los mismos integrantes que hace seis días. En resumen, que todo cambie para que nada cambie.




Reacciones
Tras el plenario el portavoz del Grupo Municipal Cs, Miguel Cazorla, se mostraba “muy contento de que se haya reconducido la situación” y afirmaba que también “se ha reconducido la relación” y llegó incluso a decir que “lo que haya que cambiar se cambiará sin ningún problema”. No se le vio excesivamente preocupado por la imagen dada en estos días aunque sí explicaba que no era algo agradable. 




Mabel Hernández, la protagonista de estos días, dijo estar “tranquila y contenta” por haber vuelto a su grupo del que “tanto trabajo” le costó salir. Insistió en que fue “un paso pensado”, y en que quiere “dar lo mejor” de ella.




Los que no están tan contentos son otros grupos municipales. Para el alcalde de la capital, Ramón Fernández-Pacheco, a pesar de insistir en el “respeto” a las dos decisiones tomadas por la concejal de Ciudadanos, sí que afirmó rotundo que “nadie puede sentirse orgulloso de lo que ha pasado en el Ayuntamiento en los últimos días” porque “la administración local no puede estar pendiente de los vaivenes de un grupo político, la ciudadanía no lo merece”.


Por su parte el portavoz del Grupo Municipal Socialista, Juan Carlos Pérez Navas, aseguró que el “espectáculo” y  sentenció: “hoy nos hemos desgastado todos, algunos más, es verdad, pero mi grupo también porque perdemos credibilidad  entre los ciudadanos y hemos sometido al Ayuntamiento a una situación de hazmerreír”. 


Por último Rafael Esteban, portavoz de IU, afirmaba que “la valoración será la que hagan los ciudadanos tras ver el esperpento que se ha producido hoy (por ayer), por parte de un partido que se llama de la nueva política pero que  no está a la altura de las circunstancias que exige una ciudad como Almería” y que se comporta “como chiquillos”.



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