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La Foodineta

El precioso pueblo de la sierra de Almería donde se come muy bien: comida de antes en plena Alpujarra

Las opciones gastronómicas de este municipio ofrecen el auténtico sabor de los platos tradicionales

Área Recreativa El Nacimiento, situada en Laujar de Andarax, en la Alpujarra almeriense en una imagen de archivo.

Área Recreativa El Nacimiento, situada en Laujar de Andarax, en la Alpujarra almeriense en una imagen de archivo.La Voz

Jaime Molero
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La provincia de Almería tiene opciones gastronómicas y turísticas para todas las épocas del año. En verano, el litoral almeriense se abarrota de visitantes y locales en busca del mejor chiringuito o restaurante. Cuando llega el otoño, los intereses suelen cambiar, y el interior de la provincia retoma la magia que, en realidad, nunca había perdido. 

Los árboles alteran sus colores, las hojas descienden de las ramas y el olor a lumbre anuncia la inminente llegada de la estación invernal. La Alpujarra vuelve a abrir sus puertas –que en realidad nunca se cerraron– para acoger a cientos de almerienses que ven la necesidad de vivir un otoño de los de antes. 

En Laujar de Andarax, el corazón de la Alpujarra almeriense, no se puede vivir mejor esa sensación. Entre sus calles y en contacto con la naturaleza que ofrece su término municipal parece que el tiempo no hubiese pasado y, mucho menos, en la comida y platos que ofrece su gastronomía.

Comida de antes en plena Alpujarra

En Laujar hay opciones para todos los gustos. Se pueden encontrar auténticos bares lugareños y todo tipo de comida, desde pescado fresco hasta carne de buena calidad. El Bar Monterrey es uno de los favoritos de locales y visitantes. Lo es por su oferta de tapas y raciones, muy generosas y rodeada de un ambiente cálido y acogedor. Tienen de todo y en sus platos aúnan lo mejor de la tradición y la calidad gastronómica. Puedes encontrarlo fácilmente en el centro del pueblo.

Si, además de tradición, buscas algo más, La Alpujarra Gastrobar es tu lugar. Se ha hecho conocido en los últimos años por la combinación tan bien integrada de los sabores más tradicionales, pero con presentaciones modernas. Puedes degustar desde solomillo con salsa de higos, croquetas de jamón ibérico o una selección de vinos perfecta para cada elección. Las reseñas en Google y TripAdvisor han señalado a este lugar como uno de los mejores puntuados del pueblo.

Si para lo que acudes a Laujar es para recorrer sus senderos y paisajes, el Restaurante El Nacimiento es una de las opciones perfectas. Cuenta con un ambiente cálido y relajado y ofrece todo tipo de opciones, desde arroces o guisos hasta carnes de alta calidad. 

Interior de uno de los restaurante ubicado en el centro de Laujar de Andarax.

Interior de uno de los restaurante ubicado en el centro de Laujar de Andarax.

Otros restaurantes señalados en la zona son: el Restaurante La Encina de la Villa, Restaurante Patio Garbín, Mesón Ruta L'Alpujarra o Restaurante Terraza Aujar. En realidad, pese a ligeras diferentes, todos ellos conservan la auténtica esencia de la Alpujarra y son opciones perfectas para disfrutar de un día de desconexión en la montaña. 

Laujar, uno de los pueblos 'mágicos' de Almería

Laujar de Almeriense recibió hace unos años el reconocimiento de ser uno de los 'pueblos mágicos de España'. En Almería, solo lo son Enix, Vícar, Abrucena y Laujar. Este último, protagonista de estas líneas, recoge y aúna la historia y el patrimonio de la zona y la belleza más natural y salvaje de la zona en la que se enclava.

Laujar de Andarax es pasado, pasado islámico. Conocida por sus vinos, ha sabido reinventarse y dar salud económica a la zona; aunque aún sigue viviendo –y con orgullo– de su pasado y raíces. Ejemplo vivo de ello es la Alcazaba, un testimonio material del legado histórico que convierte a este pueblo en un destino único en la provincia.

Uno de los 17 pilares con lo que cuenta el municipio de Laujar

Uno de los 17 pilares con lo que cuenta el municipio de LaujarLA VOZ

Sus senderos, abrazados por la naturaleza que escasea en otras zonas de la provincia, son zonas de gran atractivo donde merece la pena invertir el tiempo, especialmente en estaciones como otoño o inverno. En definitiva, un pueblo blanco, testigo directo de la historia de la provincia que, sin duda, merece la pena visitar.

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