En San José, hay un rincón donde el Mediterráneo parece saborearse. Las mesas de Casa Pepe se asoman al mar como si flotaran sobre él. El sol rebota en las barandillas, la brisa acaricia los manteles y el sonido de las olas se mezcla con el tintinear de los cubiertos. Comer aquí es mucho más que alimentarse: es apreciar el paisaje, sentir la historia y conectar con el alma costera de Níjar.

En la calle Correo 79, este restaurante —uno de los más emblemáticos del municipio de Níjar— nació hace más de 50 años como una humilde tienda-cantina, punto de encuentro de pescadores. “Era un bar un poco más sencillo”, recuerda Francisco López, responsable actual del restaurante, para LA VOZ. Desde 2017, el grupo ‘Confort y Sabor’ ha sabido mantener esa esencia y convertirla en una propuesta gastronómica que mezcla autenticidad y sabor.

Cocina con alma nijareña

La carta es una celebración del producto local, la técnica y el cariño por la cocina bien hecha. “Nos basamos en lo cercano: pescado y verdura de la zona. Apostamos por la economía circular, pero también por la calidad”, explica López. Aquí los sofritos tradicionales son sagrados y los arroces, pescados y carnes salen de cocina con un respeto absoluto por los sabores de siempre.

Entre los platos más populares destacan:

Pero si hay un emblema dulce, ese es la torrija: han servido más de 11.000. “Es visita obligada solo por la torrija”, dice entre risas. Una receta que se ha convertido en postre de culto para locales y visitantes. 

Una experiencia sobre el mar almeriense

Casa Pepe alimenta el alma del que tenga el placer de pasar por sus salones. Cada rincón está pensado para crear una experiencia. “Queremos que quien venga no solo coma bien, sino que viva algo especial”, cuenta el equipo. Las vistas al mar, la música suave, los detalles cuidados. Todo suma para que la comida se convierta en un recuerdo.

Su ubicación en la zona antigua de San José no es casual: fue allí donde nació el espíritu pesquero del pueblo y Casa Pepe lo honra a diario. “Nos emociona seguir formando parte del tejido de este lugar”, comenta López.

Cocina de equipo y creatividad nijareña

En Casa Pepe trabajan 14 personas. Cocineros, camareros y responsables de sala que ponen cabeza y corazón en cada servicio. La carta se renueva en cada estación, adaptándose al producto y a los sabores del momento: platos más frescos en verano, recetas reconfortantes en invierno. Los nuevos platos nacen del trabajo conjunto. “Todo se decide en equipo. Cada propuesta se prueba, se mejora y se lanza”, explican. Aquí no hay prisas. Solo pasión.

Casa Pepe no es solo uno de los mejores sitios donde comer en San José. Es, en palabras de sus responsables, una visita obligada para quien quiera conocer de verdad el Cabo de Gata. Porque cuando un restaurante logra reunir historia, producto local, cercanía, identidad y belleza, se convierte en un lugar para volver. “El que no ha venido a Casa Pepe, no ha venido a San José”, concluye López, con orgullo.