Una cata de vinos organizada por el Club de Marketing de Almería reunió este miércoles a una veintena de personas en el Ático HO de Puerta de Purchena, un lugar privilegiado que regala las mejores vistas de los atardeceres en la capital , con un objetivo claro: romper el mito de que el vino es solo para expertos o elitistas.

“Hay que ser abierto de mente para probar el vino”, resumía Antonio Rueda, especialista en vinos y encargado de dirigir la cata, invitando a los asistentes a dejar prejuicios en la puerta y disfrutar con los cinco sentidos.

Durante la sesión, se cataron tres vinos blancos: un vino joven del Condado de Huelva, un Albariño gallego y un Verdejo de Rueda. La dinámica incluyó las tres fases clásicas de toda cata: visual, olfativa y gustativa. Entre vino y vino, se sirvieron aperitivos que ayudaron a percibir mejor los matices de cada copa.

En el coloquio final se abordaron cuestiones como el precio, el marketing en el sector vinícola y se plantearon preguntas sobre vinos como el Prosecco o el frizzante. “En el mercado hay solo dos tipos de vino: el que te gusta y el que no”, se escuchó entre risas, reforzando la idea de que el mejor vino es el que se disfruta, sin complicaciones.

La cita fue también un ejemplo de cómo el marketing puede ser cercano y directo: “Me gusta el vino, me lo puedo permitir, me lo voy a comprar”.