Está pasando inadvertido en todo comentario futbolístico. No hace ruido. Habla con moderación y mata en el área. Es Quique González el señor del gol en el Almería. Aquel 'Chino Mandarín' de la etiqueta de los flanes de principios de temporada se ha convertido en el señor del gol.

Llevo 34 jornadas pidiendo los goles de Chuli. Que Uche nos salve del descenso y un futbolista obrero y humilde no para de meter goles y parece que miro hacia otro lado.

No se lo merece Quique. Éste futbolista que todo lo que pilla en el área lo lanza a portería y se ha convertido con sus once goles en el delantero más determinante del Almería.

Es tan humilde y buena gente que pasa inadvertido con todo lo bueno que le da al equipo. He llegado a decir que Quique tenía que ser el 9 y a veces le he pedido en banda. Hasta le dije a Carrillo que lo dejara para las segundas partes. Estaba equivocado. Quique tiene que jugar siempre.

No podrá tener queja el presidente del fichaje de Alberto Benito. No se podrán quejar en el Almería de su profesionalidad al aceptar ir al Racing cedido la pasada temporada.

Y lo más importante es que transmite en el campo eso que los mayores llamamos el amor a unos colores.

Que me perdone Quique y sus padres que son fieles lectores de LA VOZ. Nunca dudé de mi 'Chino Mandarín' como futbolista pero me he pegado toda la Liga pidiendo a Chuli y a Uche mientras Quique iba sumando goles.

Si hoy nos levantamos escuchando en la Cadena SER que el Almería no ocupa plaza de descenso no crean que somos los más felices ya que en Valladolid "unos padres maravillosos", dice Quique, entrarán en internet y al leer este artículo como cada día en LA VOZ sentirán un profundo orgullo por su niño.