Melilla: Dani Barrio, Pepe, Hamin, Richi, Bolaños, Nando, Chupe, (Vázquez, minuto 80), Diakité, Aznar, (Manolo, minuto 73), David Álvarez y Cubillas (Cascón minuto 69).

Almería B: Gianfranco, Marín, Adri, José Cruz, Josema, Selfa, Yosu (Pastor, minuto 75), Joaquín, Borja, (Pérez minuto 75), Gaspar y Kiu (Hicham, minuto 69).

Árbitro: Álvaro Moreno, auxiliado en las bandas por Ramos García y Puerta Sánchez, siendo muy protestados por el equipo visitante.
Mostró tarjetas amarillas a los jugadores locales Pepe, Nando, Chupe, David Álvarez y Diego Cascón y por parte visitante a Marín, José Cruz y roja directa al centrocampista Selfa en el minuto 89.

Gol: 1-0 (minuto 10). Nacho Aznar, de penalti.
Incidencias: Pocos fueron los aficionados que se dieron cita en el estadio municipal Álvarez Claro para presenciar el encuentro entre los melillenses y los almerienses donde la incertidumbre por el resultado final estuvo por muy encima del fútbol que se pudo ver en el choque.

Comentario: El filial del Almería no levanta cabeza en el Grupo IV de la Segunda División B. El equipo rojiblanco del míster granadino Fernando Estévez no estuvieron muy finos en el partido celebrado en el campo Álvarez Claros de Melilla, donde los niños del filial ni estuvieron acertados ni tampoco tuvieron suerte durante los 90 minutos del partido. Había que ganar y se perdió, por lo que la permanencia en la categoría de bronce del fútbol nacional parece ya casi misión imposible para un filial que no encadena esas dos o tres victorias de las que habló desde que llegó al banquillo del Almería B.

El 1-0 en el minuto 10 fue un jarro de agua helada para los canteranos porque el gol llegó muy pronto y fue un golpe muy duro para un Almería B que se quedó helado después del tanto de un Melilla que, haciendo lo justo, se llevó al final el botín de los tres puntos en juego. Ahora toca pensar en el partido de la próxima jornada de Liga, que será el domingo, a las 11:30 horas, en el Estadio de los juegos Mediterráneos ante el San Roque de Lepe. Habrá que ganar para no tirar la calculadora a la basura antes de tiempo.