Apretar los dientes y buscar acertar con el último cartucho
Los errores individuales, claves
En las tres últimas jornadas la vida ha cambiado en el Almería. De la posibilidad de lograr la permanencia sumando 5 puntos de 12 posibles, se ha pasado a estar con la soga al cuello y ser en estos momentos el primer candidato a acompañar al Córdoba en su regreso a la Liga Adelante. Una acumulación de factores han hecho posible que se haya llegado a esta extrema situación. La suma de errores de carácter individual: El segundo gol encajado con el Celta en una cesión corta de Casado; el primero contra el Málaga en propia meta; el no haber aprovechado nada más que una de las ocho ocasiones claras de gol en este partido y el garrafal error de Mauro en Nervión. La sucesión de arbitrajes al gusto de Villar que están perjudicando gravemente los intereses rojiblancos, las bajas y las carencias de la plantilla.
Se ha desactivado el buen trabajo que, en mi opinión, Sergi está llevando a cabo al frente del equipo y que le ha llevado a competir con todos los rivales y en todos los partidos. Y a esa competencia del equipo de Sergi es a la que hay que agarrarse, aunque sea hacerlo a un clavo ardiendo, para soñar con un nuevo milagro del fútbol almeriense. No es el momento de críticas, ni de sacar trapos sucios, que los hay, ni de pensar que todo está perdido.
Mientras que hay vida, siempre que la pelota marque el rumbo de un partido, y en este caso del Almería, todo absolutamente es posible.
En una situación extrema como la que se va vivir el sábado en el Mediterráneo sólo cabe poner toda la carne en el asador por parte de la familia rojiblanca. El cuadro dirigente haciendo que en el coliseo rojiblanco no quepa ni un alfiler, sea por el procedimiento que sea. La hinchada, a la que habrá que hacer un monumento al término del campeonato por la acumulación de sufrimientos y escasez de satisficiesen que ha tenido, jugando de verdad, presionando al máximo tanto al Valencia como al árbitro.
A los jugadores que se dejen la vida, que sólo piensen en apretar los dientes y acertar con su último cartucho ganando por lo civil o por lo criminal. Quiero finalizar agradeciendo a Verza el trabajo realizado en Almería, apoyarle en su derecho a elegir su futuro, pero pidiéndole que si juega todos salgamos del Estadio satisfechos por haber vuelto a ver a ‘nuestro’ Verza.