Primera derrota del Almería de Juan Ignacio Martínez como visitante en el torneo liguero. La pérdida del encuentro ante el Valencia supone una mala despedida de los almeriense de la primera vuelta liguera, ya que sólo han conseguido 16 puntos, muy lejos de los 20 mínimos deseables.

La cara Siempre bajo el patrón de la intensidad, la disciplina táctica y la ilusión el almería ofreció ayer en Mestalla dos caras completamente diferentes. En el primer periodo los rojiblancos plantaron cara al  Valencia, neutralizaron el juego ofensivo de los locales y llevaron la inquietud y las dudas a su zaga cuando el cuero estuvo bajo su control.
La escuadra almeriense debió de irse al descanso con ventaja porque marcó dos goles fruto de su acierto personal y no de fallos del sistema defensivo rival, porque con el 2-2 estrelló un balón en el larguero y porque los locales hicieron sus goles en dos jugadas de desajuste defensivo almeriense y en sus dos únicos disparos de este periodo sobre la meta de Julián. Para colmo de mala suerte se lesionó Barragán en el bando local y su lugar lo ocupó el portugués Cancelo que fue un martillo para el Almería en la banda izquierda.

La cruz Como el Almería perdió el balón, que nada le duraba, y los titulares acusaban el esfuerzo del primer periodo, Nuño decidió jugar con dos delanteros centros dando entrada a Negreo. La salida del ex del Almería rompió el equilibrio de la zona central del sistema defensivo almeriense. El Vallecas las ganaba todas por arriba y Juan Ignacio martínez, con buen criterio, sacó a Mauro dos Santos para neutralizarlo. Pero no lo consiguió porque a falta de siete minutos para el final hizo el gol del triunfo de los suyos. En el último suspiro Soriano marró una gran ocasión dentro del área.