El Almería deja al Betis más hundido
La diosa fortuna se vistió de rojiblanca en Heliópolis
Las estadísticas demuestran que cuando una competición tan larga como la Liga en Primera División llega al final la diosa fortuna se muestra equilibrada a la hora de repartir sus favores entre los equipos.
El Almería no ha tenido suerte en el inicio de esta temporada. En los primeros encuentros los puntos que consiguió no se correspondieron con los méritos contraídos por el equipo y parecía que la suerte le daba la espalda al equipo rojiblanco. Sin embargo este signo ha ido cambiando y, de forma especial en el encuentro del pasado sábado en el Benito Villamarín, las hadas de la Liga se alinearon con el Almería para que éste cerrara el 2013 con un gran triunfo ante un rival directo en la lucha por la permanencia en Primera.
Defensa Francisco no entendió conveniente jugar con tres centrales ante el colista y prefirió salir con el esquema habitual, pero colocando a Azeez en la posición de enlace, con lo que cabía pensar que el medio campo rojiblanco tendría mayor solidez defensiva ante la capacidad de recuperación del nigeriano y más posesión.
Ni lo uno ni lo otro. Francisco, que no pudo sentarse en el banquillo por sanción, jugó con fuego durante demasiados minutos. el equipo nunca dio la sensación de solidez mostrada en Mestalla y en el Reyno de Navarra y sólo a la falta de acierto en el remate de los ‘ansiosos’ jugadores locales se debió que al descanso llegaran con la ventaja lograda por Ramón Azeez en el minuto 3. Vadillo y Juan Carlos superaron a sus pares, que en la mayoría de las ocasiones carecieron de apoyo y las oportunidades, tiro al palo incluido, fueron cayendo del bando local sin solución de continuidad.
Soriano Su entrada le cambió la cara al equipo. Colocado como delantero centro fijo a los centrales y eso propició que el once almeriense asustara al bético con llegadas muy peligrosas a la contra. En dos de ellas tuvo la sentencia, pero estaba escrito que el sábado 21 no era el día de gracia de las delanteras en Heliópolis. Un triunfo que vale su peso en oro, la conquista de tres puntos de platino y dejar al Betis como colista.