El Almería sigue pero no suma, acumula fracaso tras fracaso y el domingo demostró que su puesto de colista no es fruto de la casualidad. El segundo tiempo ofrecido por los almerienses es la mejor prueba de que el equipo no reacciona y más cuando un rayo de Gálvez lo fulminó.

Abierto e igualado El primer tiempo del encuentro se mantuvo bastante fiel al guión previsto. De un plumazo Francisco eliminó a tres de sus titulares en Sevilla, Christian, Dubarbier y Marcos Tébar, para buscar la mejora necesaria para conseguir el primer triunfo, pero no lo logró.
El partido en su primera mitad no se salió demasiado del guión previsto. Con en centro de campo ofensivo y con un gran Jonathan Viera en la media punta, el Rayo se hizo dueño del balón, no porque se lo cediera el Almería, sino por su superioridad a la hora de tocar la pelota y moverla con facilidad.
Ante la superioridad visitante en la sala de máquinas, un Almería aún entero físicamente, se jugó con eficacia la baza del contragolpe y así se pudo presenciar un encuentro abierto e igualado por parte de ambos equipos que dispusieron de diversas oportunidades.
El primer cuarto fue de total control visitante con dos ocasiones para Viera, Esteban despejó la primera y la segunda se le fue alta y otra para Nery, que regaló el balón al meta local. La primera aparición local fue protagonizada por Corona, su buen disparo desde fuera del área, salió rozando la escuadra, al filo del primer cuarto y llegando al segundo Rubén realiza la parada de la tarde sacando un cabezazo a bocajarro de Rodri, tras el lanzamiento de una falta. Todavía antes de llegar al intermedio una contra fabricada por Rodri y continuada por Soriano dejó a Aleix mano a mano con el meta rayista, pero lanzo alto. Entre amibas ocasiones Iago Falqué estrelló un balón en el poste. Una primera mitad de partido en la que, por caminos distintos, ambos equipos habían sido mejores en ataque que en defensa.

La debacle Lo peor para el once local estaba por llegar. En el minuto 1 Nelson dejaba su puesto a Torsiglieri, pasando éste a central y Trujillo a la derecha. Cualquier parecido entre el 1º y el 2º periodo sería pura coincidencia. Los dos equipos bajaron el listón y el partido entró en un sopor del que sólo le sacó la expulsión de Saúl. Jugando con uno más y con el marcador igualado parecía que el camino hacia el primer triunfo se allanaba. Nada más lejos de la realidad, un Almería al que le faltó de todo, fue incapaz de ensanchar el campo y de poner en aprietos a Rubén hasta el punto de no lanzar ni un sólo disparo en los 30 minutos que jugó contra diez. Cedió varias faltas cerca del área y en una de ellas Gálvez de disparo directo consiguió el 0-1.