No fue la Alemania que se esperaba pero les bastó para pasar y dejar fuera del Mundial a una animosa Francia que llegaba al partido dispuesta a controlar todo el poderío alemán. Las ganas de Francia recibían un impacto de la favorita a los 13 minutos de partido gracias al oportunismo de Hummels y a las típicas jugadas de pizarra tan de moda en este Mundial de Brasil. Al descanso el marcado ofrecía serias dudas ya que acabó mejor Francia que su verdugo y parecía que en la segunda mitad se igualarían las fuerzas primero y el marcador después. No hubo reacción inmediata y las ocasiones fueron repartidas por igual hasta el último cuarto de hora del partido donde Francia tomó el mando de las operaciones pero sin profundidad ni pegada.

Fútbol robotizado Cuando Francia dio un paso al frente a falta de 15 minutos para el final y ofreció sus mejores oportunidades aparecería el juego de toque de los alemanes que para muchos fue un fútbol de calculadora, robotizado para evitar que hicieran daño en su portería.
Unos aguantando la renta y otros sin la valentía y el convencimiento suficientes dejaron pasar los minutos que hacían bueno el gol de Alemania y se abría el primero de los puestos de semifinales para los que eran favoritos antes de comenzar el encuentro. Sin ser la Alemania esperada no sufrió en exceso en la recta final y volverá a Maracaná.