Cuando el silencio habla
Gracias de corazón, Almería

Cuando el silencio habla...
Dicen que hay imágenes que valen más que mil palabras, pero también hay silencios que valen más que mil palabras. El minuto de silencio en la previa del Almería-Lorca siempre irá en mi corazón, y en el de mi hermano Paco y en el corazón de mi hermana Ángela. Esos segundos jamás se nos olvidarán.
Hay silencios que hablan, hay silencios que emocionan y hay silencios que tantos recuerdos traen y silencios que siempre irán en el corazón de uno... por mucho que pase el tiempo.
El minuto de silencio comenzó cuando el viernes por la tarde me llama a la redacción Juanjo Moreno, Director de Comunicación y Área de Prensa del Almería, y me comunica que habría un minuto de silencio en el partido para recordar, entre otras personas, a mi padre. Colgué el teléfono y se escaparon algunas lágrimas. A Ambrosio lo tenía al lado, pero creo que no se dio cuenta.
El minuto de silencio duró solo unos segundos. Miré al cielo y recordé a aquel padre que hoy sigo echando en falta. Luego, en la zona mixta del Estadio de los Juegos Mediterráneos, Tony Fernández, que sabe latín de la profesión y de la vida, me puso en antena esos segundos y volvió a llorar mi corazón. Carlos Miralles, a mi lado, no sabía que estaba llorando por dentro. Llevamos mucha tensión en el cuerpo con la radio en directo, pero fueron unos segundos de emoción, de mucha emoción.
Gracias Tony, gracias Carlos, gracias Juanjo Moreno por esa llamada porque con aquella llamada emocionaste a unos hermanos que siguen echando mucho en falta a su padre. Gracias a todos. Recuerdo el día que me dijo mi padre que un club se hacía grande con pequeños detalles... ¡Gracias UD Almería!