Corona se ha sabido rodear de los mejores para afrontar la transición del terreno de juego a los despachos. El nuevo director deportivo con Ibán Andres de cerebro y Raúl Lozano de espejo va dando pasos firmes.

Está dando forma a un Almería del que han desaparecido por arte de magia esos jugadorazos que vienen avalados por tantos logros que se olvidan de correr por los campos.

Corona con Ibán y Lozano han definido una hoja de ruta y han buscado el perfil que más conviene a un Almería que no puede volver a caer en el error.

Se ha olvidado de los nombres y ha firmado y firmará hombres que quieren aportar y ayudar. Ha vendido ilusión al que llega y les exige trabajo hasta en los días de partido.

No ha inventado el Cola Cao pero ha sabido rectificar el modelo y ha implantado otra forma de ver la política de fichajes en la que Alfonso García no ha dejado de ser su referente.

Tenemos un nuevo director, Corona, con un joven y viejo conocedor del fútbol como Ibán Andrés. Los dos son entrenadores nacionals y saben de qué va esto del balompié.

Uno no quiere fallar en el estreno y el otro no le fallará a Corona. Dos maestros con el ya mítico Raúl Lozano para buscar los jugadores que se necesitan para cambiar la dinámica.

Miguel Corona es un tipo preparado y ha tenido en Fernando Soriano el mejor de los referentes para no equivocarse. No es que Soriano fallara, fue el fútbol el que no le dio todo lo que merecía.

Con Miguel Corona nadie espera un fichaje a lo Diamanka o a lo Chuli Vázquez. Ni pensarlo.

Hombres antes que nombres.

Como el Almería de toda la vida.