Agrobío

Desde que irrumpió el COVID-19, el ciclo natural de cada cultivo ha seguido su curso y los profesionales del sector han continuado interesados en nuestro producto y asesoramiento técnico para asegurar las producciones e incluso alargar los ciclos, como en el caso de cultivos de otoño que hasta entrada la primavera seguían dando buenos rendimientos. Esto ha sido posible gracias al buen manejo de las fincas, donde se ha dado prioridad al uso de enemigos naturales y respetado al máximo los tratamientos fitosanitarios. Las plantas estaban sanas y fuertes, y esto se tradujo en una mayor longevidad con el consecuente aumento de la productividad.

Para hacer frente al abastecimiento de verduras, la producción de frutas y hortalizas ha sido una prioridad para la alimentación de la población en toda Europa. Y sin duda, el control biológico nos ha mantenido posicionados en los mercados más exigentes que han continuado demandando productos frescos, sanos y seguros, libres de residuos.

Hemos actualizado los procesos de trabajo para proteger la salud de nuestros empleados y clientes, y continuamos haciéndolo, a pesar del cambio de fases la prevención es la clave. Por el tipo de industria e insectos que producimos ya hacíamos uso de muchas de estas herramientas, pero hemos reforzado protocolos de seguridad. También hemos establecido turnos y dotado al personal con los recursos necesarios para continuar con sus tareas desde casa y poder conciliar el tiempo con su vida familiar. Esto nos ha permitido mantener el horario habitual de atención y los niveles normales de producción e investigación, para garantizar la disponibilidad de productos, la continuidad de las entregas y el desarrollo de proyectos, porque el campo no para.

Nuestro equipo técnico ha seguido al lado del agricultor, para muchos de ellos el invernadero es una extensión más de su hogar, y nosotros hemos estado a pie de campo con todas las medidas necesarias. Además, en este sector no podemos levantar la guardia, siempre nos enfrentamos a nuevos escenarios. En este sentido Almería tiene mucha experiencia, en los cultivos hemos superado plagas, bacterias, hongos y virus.

En estos momentos, más que nunca, es importante reconocer la industria auxiliar, valorarla y garantizarla para que todo siga funcionando, pero sobre todo porque es necesario asegurar la alimentación con productos de calidad.