Geolocalización, llamadas y una herida en la mejilla: las claves en el asesinato de la lotera de Albox
Guardias civiles resaltan las pruebas que conectan al acusado con la muerte de la mujer en el segundo juicio

La juez escucha un testimonio en una de las sesiones del juicio de la muerte de la lotera de Albox.
Hoy se ha celebrado en la Audiencia Provincial de Almería la segunda sesión del repetido juicio con jurado popular contra A.G. F., presunto autor del ataque que provocó la muerte de la vendedora ambulante de lotería de Albox, asesinada mediante 15 puñaladas la madrugada del 9 de septiembre de 2021.
Este nuevo proceso se vuelve a poner en marcha desde el principio tras la anulación de la primera condena de 17 años por parte del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, que consideró que el veredicto del jurado carecía de la motivación suficiente en aspectos clave, como la determinación de la hora exacta de la muerte y la valoración de pruebas que podrían haber aportado una coartada al acusado.
A.G.F llegaba a la sala de la Audiencia Provincial a las 10:17 horas, esposado y escoltado por una pareja de Policía Nacional. A petición de su abogado, José Luis Martínez, se le retiraron los grilletes para poder seguir la sesión con normalidad y desenvolverse con naturalidad ante el jurado.
Pruebas periciales
Durante la jornada, la magistrada que juzga la causa escuchó los testimonios de los guardias civiles que participaron en la investigación y en el registro del domicilio del acusado. Los agentes describieron los elementos que, a su juicio, vinculan a A.G. F. con el homicidio de la lotera. Los vecinos situaban al acusado como persona conocida de la víctima y su relación con ella fue uno de los puntos destacados por los investigadores.
Además, los datos de geolocalización del repetidor de telefonía, situaba el móvil del acusado en una zona próxima. Finalmente, los agentes detallaron cómo el acusado se habría apoderado de un vehículo con el que sufrió un accidente de tráfico que permitió a la policía su localización.
Una herida en la cara
El testimonio de uno guardias civiles detalló que las llamadas registradas en el móvil del acusado durante la madrugada del crimen. Explicaron que seis llamadas sobre las tres de la mañana no fueron atendidas, minutos antes del accidente de tráfico que permitió su localización.
Sin embargo, sí atendió dos comunicaciones que los investigadores consideran relevantes: una en la que un interlocutor mencionaba que su hija estaba escondida por algo que él había hecho, llamada que A.G.F. cortó rápidamente, y otra que, según los agentes, hacía referencia a presuntas intenciones de venganza.
Los investigadores vinculan esta última comunicación con información obtenida posteriormente, cuando en el funeral de la víctima familiares habrían señalado al acusado como autor del crimen.
Los testimonios de los guardias civiles también relataron el accidente del vehículo que involucró a A.G. F. Durante la declaración, los agentes explicaron que el coche había sido sustraído por tres personas con la "intención de desplazarse a otro municipio a comprar droga".
En el accidente, A.G.F. resultó herido y fue trasladado al hospital de Huércal-Overa. Uno de los guardias civiles señaló que el propietario del vehículo "reconoció al acusado como uno de los implicados en el robo". Además, los investigadores destacaron que en el coche se encontraron monedas y un cuchillo, y que A.G.F. ingresó en el hospital con una herida en la cara, que los agentes relacionaron con una laceración producto de un forcejeo con lo la lotera al tratar de defenderse de su presunto agresor. El agente explicó a la sala que la lotera lucía uñas largas y podrían haber provocado la marca al defenderse de un ataque.
Candado sin forzar
Durante la sesión, los guardias civiles también subrayaron que el candado y la cadena que daban acceso al domicilio de la víctima no presentaban signos de haber sido forzados. El hecho de que el cadáver apareciera sobre estos elementos llevó a los investigadores a deducir que la víctima conocía al agresor y le habría abierto la puerta de manera voluntaria.
El abogado de la defensa se interesó por el estado de la vivienda, preguntando repetidamente si estaba desordenada, a lo que los agentes respondieron que se encontraba parcialmente desordenada. También se interrogó sobre un bolso donde la lotera guardaba su dinero y los décimos de lotería, que no fue hallado ni en la casa ni en el vehículo implicado en el accidente. Sí se encontraron monedas dentro del coche siniestrado, que el propietario aseguró no eran suyas, un detalle que los investigadores consideraron relevante para reconstruir los hechos.