La Voz de Almeria

Sucesos

Muere apuñalado en el barrio de Plaza de Toros y detienen a su hijo

El arrestado fue localizado horas más tarde por la Policía Local en una cafetería de El Zapillo

Agentes de la Policía Nacional y de Medicina Legal Forense, en el lugar del suceso.

Agentes de la Policía Nacional y de Medicina Legal Forense, en el lugar del suceso.La Voz

Francisco Luque Ramírez
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El fallecimiento de una persona de unos 70 años de edad, tras recibir varias puñaladas presuntamente por parte de su propio hijo en su domicilio, ha consternado en la tarde de este miércoles a todo el barrio de la Plaza de Toros.

Alrededor de las 18:30 horas, Manuel, un conocido vecino de esta barriada de la capital almeriense, solicitaba auxilio junto a la puerta de su casa, el número 25 de la Calle Arqueros, donde acababa de recibir varias puñaladas. "Una herida de arma blanca en el cuello", según la Policía, fue la que causó la muerte del finado.

Una vecina, alertada por la situación, realizó una llamada al servicio de Emergencias 112, desplazándose hasta el lugar sanitarios del 061, que intentaron estabilizar al herido sin éxito, y unidades del Cuerpo Nacional de Policía.

Según ha podido saber LA VOZ, Manuel se encontraba dentro de su domicilio cuando sufrió la agresión y varios testigos afirman que su agresor huyó del lugar "en un patinete eléctrico" y que llegó a arrojar "un cuchillo de grandes dimensiones" en la Avenida Vílches, una vía paralela a la calle en la que tuvo lugar el apuñalamiento.

"Acabo de matar a mi padre"

Agentes de la Policía Local, que tenían la descripción del supuesto autor de las puñaladas, se personaron en el domicilio donde solía pernoctar el hijo de la víctima, en calle Jaúl Bajo de El Zapillo, siendo avisados por una vecina de que el presunto agresor se encontraba en una cafetería cercana, 'Bombón', a la que habría llegado diciendo "acabo de matar a mi padre"

Alrededor de las 19:50 horas se produjo la detención por parte de los agentes de Policía Local del varón de unos 50 años de edad, que no opuso resistencia

Mientras, en Calle Arqueros, se procedía el levantamiento del cadáver con la presencia de agentes de la Policía Nacional y de Medicina Legal Forense y bajo la mirada de incredulidad de decenas de vecinos de la Plaza de Toros. 

El daño fue irreversible

Manuel murió de seis puñaladas, presuntamente a manos de su hijo, en la puerta de su casa, junto a la vieja butaca en la que solía sentarse "a la fresca" cada tarde. 

"Siempre estaba tranquilo, se sentaba ahí fuera de la casa, al fresco, y veía la tele, que estaba dentro. Aquí lo conocía todo el barrio, te lo encontrabas haciendo 'mandaíllos' y no se metía con nadie", comenta a LA VOZ una vecina que horas antes de este terrible suceso, por la mañana, se cruzó con Manuel y le invitó a tomarse un café.

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