La Voz de Almeria

Sucesos

Pérdidas, desconexión e incertidumbre: lo que nos dejó el apagón

Según los barrios y las horas sin luz hay más o menos pérdidas en comercios y bares

El Centro Comercial Mediterráneo con sus puertas ya abiertas

El Centro Comercial Mediterráneo con sus puertas ya abiertasLa Voz

Lola González
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Todavía con el miedo en el cuerpo estaban esta mañana los almerienses que se lanzaron a la calle en la zona del Alcampo. Los que salieron de casa antes de las 10 de la mañana, en su mayoría, todavía no habían recuperado el suministro eléctrico y cruzaban la Avenida Mediterráneo gracias al trabajo de los policías locales que a primera hora había retomado su labor de control del tráfico.

A esas horas los trabajadores de algunos comercios con persianas grandes, como es el caso de la juguetería, esperaban a que llegara la luz para poder abrir. “Pesa tanto que es imposible abrirla a mano”, me explicaban. El lunes les pasó todo lo contrario, a pesar de no tener luz ni clientes, no pudieron cerrar hasta que a última hora compañeros de otros establecimientos de la franquicia acudieron para ayudarla a cerrar.

En el Centro Comercial Mediterráneo la situación estaba normalizada. Cierto es que había poca gente dentro, pero los comercios estaban con las puertas abiertas. Allí todavía se recuerda las luchas para quedarse con las últimas barras de pan y las colas para echar gasolina porque era una de las pocas que tenían los surtidores a pleno rendimiento.

Los negocios

En las cafeterías de la zona comenzaban a levantarse las persianas. Acababa de volver la luz y pedían 10 minutos a los clientes que se acercaban para prepararlo todo. “Ayer fue una ruina”, me explican. “Todos los pasteles los hemos tenido que tirar y vamos a revisar todo lo que tenemos en los frigos”. No han hecho cuentas todavía, es pronto, pero aseguran que “va a ser difícil recuperarse de las pérdidas”.

En la farmacia del barrio estaban aún poniendo en orden las ventas del día anterior y aún no tenían acceso a la receta electrónica. Había premura por ponerse al día pero tranquilidad con esos medicamentos que tienen que estar refrigerados. “Nuestra cámara está preparada para mantener el frío hasta 48 horas, así que, afortunadamente no vamos a tener problemas con ellos”, afirman. Eso sí, el día anterior atendieron “como se pudo” para intentar dar servicio a todos.

Los semáforos volvieron a funcionar en la Avenida Mediterráneo después de las diez de la mañana

Los semáforos volvieron a funcionar en la Avenida Mediterráneo después de las diez de la mañanaLa Voz

En la zona de Nueva Andalucía todo depende de la hora a la que volviera la luz. Hay establecimientos que han tenido que cerrar porque han perdido todo el género mientras que hay pequeños establecimientos que han podido aguantar. Así, la frutería y la carnicería ubicados en la calle Pío Baroja no han tenido problemas para salvar el género. En ambos casos, lo metieron todo en la cámara y al regresar el suministro a la una de la madrugada, no tuvieron problemas. La pescadería tuvo la suerte de que no abren los lunes.

Mediana normalidad hay en la mañana de este martes en la zona de El Tagarete. Aquí la frutería solo lamenta la pérdida de unas cajas de fresas, es lo más delicado, pero las cámaras ayudaron a mantener los productos. Similar ocurre en la carnicería o en el supermercado del barrio. Al encontrarse en zonas en las que la luz volvió pronto, lo cierto es que no han tenido que lamentar grandes pérdidas.

Así que, como se dice, hoy la situación de los establecimientos va por barrios. Eso sí, los vecinos te cuentan que todo lo que tenían en los frigoríficos tienen que tirarlo, sea cuando sea la hora de la vuelta de la luz. Y es que, la mayoría ha tenido que abrir y cerrar para poder comer durante el día de ayer y el miedo a que los productos no estén bien es superior al dinero que puedan perder.

Los hogares

Eso sí, lo que han hecho todos los preguntados (de una decena de personas) ha sido mirar lo que tienen en el congelador. Los que tenían arcones, si no lo abrieron, prácticamente podrán aprovechar todo. “La carne y el pescado está congelado aún, hay incluso hielo”, comentaba un vecino de la zona del Alcampo a pesar de haber estado casi once horas sin suministro. “Salvo el pan, todo lo demás se mantiene congelado”, explicaba una vecina de la Vega.

Pero los que más han sufrido en estas horas son las personas más mayores. Contaba su experiencia una vecina de la zona del Alcampo: “Uno de mis hijos vino a mediodía para ver cómo estaba, yo ni salí a la calle, vivo en un sexto y sin ascensor… el pequeño pasó después la tarde conmigo. Estuve todo el tiempo pegada a la radio pero cuando oscureció, me acosté. A las nueve ya estaba en la cama, y a las 5 me he despertado y ya tenía luz”.

A otros les despertó la llegada de la luz entorno a las 1.15 horas en el barrio de Oliveros. “Nosotros pudimos comer con normalidad porque tenemos cocina de butano y aprovechamos lo que había en el frigorífico para no abrir el congelador. Como tenemos un transistor en casa, estuvimos al día en todo momento pero lo peor fue el no poder comunicarnos en ningún momento porque no funcionaban los móviles. Nos fuimos pronto a la cama y nos despertó cuando se encendió la luz de la mesilla de noche. Ya esta mañana hemos podido comunicarnos y hemos vuelto a la normalidad”.

Una normalidad que va llegando poco a poco a todos los barrios aunque para algunos el día de ayer “estuvo bien”. Y es que para aquellos que no tenían urgencias les valió para “pasar una tarde tranquila, leyendo mientras mi pareja pintaba. Por la noche estuvimos viendo las estrellas con una copa de vino. La verdad es que si ya hubiésemos tenido una radio a pilas para estar informado, que es lo único que eché en falta, habría sido un día diferente pero bonito”.

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