La vida del pequeño apenas había empezado cuando la tragedia lo alcanzó. Cuarenta días. Ese fue todo el tiempo que tuvo para respirar. El domingo 13 de abril, los servicios sanitarios del centro de salud de Roquetas de Mar, aunque pusieron todo su empeño, no pudieron hacer nada por un bebé que murió desangrado tras haber llegado al consultorio roquetero, después de haber sido sometido a una circuncisión clandestina en un domicilio de la localidad. Una hemorragia severa selló su destino.

Sus padres, de origen maliense, lo llevaron desesperados hasta el ambulatorio cuando comprendieron que algo iba muy mal. Ya era tarde. El personal sanitario luchó contra el tiempo y la pérdida masiva de sangre. Intentaron contener la herida, estabilizar al recién nacido, reanimarlo. Pero la hemorragia era tan severa, el cuerpo tan diminuto, tan frágil, que, una hora más tarde de la entrada del menor con sus padres en el centro de salud de Roquetas, solo quedaba certificar la muerte.

El cuerpo del bebé fue trasladado al Instituto de Medicina Legal en la noche del domingo, en torno a las 23:00 horas, con el fin de practicarle la autopsia que permita esclarecer con precisión las causas que provocaron su fallecimiento.

Tres detenidos

Detrás del suceso hay una intervención quirúrgica ilegal. Una  práctica sin garantías de medios y seguridad, ejecutada —según las primeras líneas de la investigación— por un supuesto curandero en una vivienda de Roquetas. La combinación de la hemorragia y posibles complicaciones asociadas a la intervención no dejó margen al estado de salud del pequeño.

Ante la gravedad de las lesiones que presentaba el bebé, el personal sanitario activó el protocolo habitual y notificó el deceso del menor a las autoridades. La Guardia Civil se hizo cargo de la investigación para esclarecer las circunstancias de la muerte. En el marco de las diligencias, los agentes realizaron registros en el inmueble donde presuntamente se llevó a cabo la circuncisión clandestina que provocó el fallecimiento del menor.

Finalmente, en la mañana del lunes, fueron detenidos tanto los padres del bebé como el curandero que habría practicado la intervención. Los detenidos han pasado a disposición judicial en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 6 de Roquetas de Mar, donde se encuentran declarando en estos momentos, como ha podido saber La Voz.

Reacciones

Preguntado por el suceso, el subdelegado del Gobierno en Almería, José María Martín, ha confirmado en el día de hoy, la nacionalidad maliense de los progenitores del menor, así como la detención de los presuntos responsables implicados en su fallecimiento. Martín ha expresado su conmoción y pesar por la muerte del bebé y ha recalcado que “cualquier práctica de este tipo es censurable, no solo desde un punto de vista ético, sino también penal”, subrayando que “será perseguida”.

El subdelegado ha señalado que ahora será la autoridad judicial la encargada de determinar las posibles responsabilidades penales. Asimismo, ha felicitado la labor de la Guardia Civil en la investigación, así como la actuación del personal sanitario que intentó salvar la vida del menor. “Quiero destacar la profesionalidad de la investigación que está llevando a cabo la Guardia Civil, que ha permitido la detención de los implicados. También quiero reconocer a los sanitarios que hicieron todo lo posible por salvar al bebé, aunque lamentablemente no fue posible”, ha declarado.

Por último, José María Martín ha manifestado el compromiso del Gobierno de España con la protección de la infancia, subrayando la importancia de velar por los derechos de niños y niñas en todo el territorio. “Me hubiera gustado no tener que dar estas noticias, y que las lesiones que sufrió el bebé solo hubieran sido heridas de las que se le hubiera podido salvar la vida”, concluía el subdelegado.