Cada cierto tiempo, especialmente cuando se acerca una jornada electoral, los sindicatos, no todos los sindicatos, denuncian la falta de camas en el hospital de Torrecárdenas, así como la saturación que sufre el servicio de urgencias. ¿Sólo está saturada urgencias durante la campaña? ¿Sólo faltan camas en el hospital durante la campaña? Es como si los sindicatos participaran en la vorágine electoral, y durante el resto del tiempo se dedicaran a la buena vida y a no ver las vicisitudes con las que se enfrentan los usuarios del servicio de salud. ¡Una pena! No le ha faltado tiempo a la dirección del centro en salir a decir que le sobran camas, en torno a ochenta. Alguien miente a los ciudadanos; alguien nos toma por tontos a los ciudadanos; alguien es un embustero; alguien nos engaña. De quién nos tendríamos que fiar más: ¿De los sindicatos o de la dirección del centro? Todo un problema el que nos planteamos con la preguntita. Los sindicatos no son muy creíbles tras el silencio mantenido durante tanto tiempo y, sólo roto en campaña electoral. ¿Pero quién se cree a la dirección del SAS, que tras cada denuncia nos aparece con los datos de una encuesta, difícil a todas luces de poder comprobar por el ciudadano? Y especialmente por el ciudadano que se pasa horas y horas en una cama y en un pasillo de Torrecárdenas. Entre unos sindicatos que sólo quieren beneficiar al partido del que son correa y unos políticos-sanitarios a las órdenes del señor Lucas Mateu, complicado tenemos los ciudadanos saber en quien poner nuestra confianza. Han conseguido, entre unos y otros, que pasemos de ellos.