Conseguir un contrato de trabajo es cuestión capital para los inmigrantes sin documentación que buscan regularizar su situación en España, legalizarla para apartar el peligro constante de la expulsión. De esta necesidad se alimentan las mafias y grupos organizados que operan en zonas rurales de la provincia de Almería y que ofrecen contratos a cambio de grandes cantidades de dinero. Pagar por trabajar.

La crisis económica agudiza un fenómeno que aparece periódicamente en las operaciones policiales. Según explica José Alcocer, portavoz de la Comisaría Provincial de la Policía Nacional, desde comienzo de año son 55 los detenidos en Almería y El Ejido “por su relación con distintos entramados de falsedad documental y estafa a ciudadanos extranjeros.”

Las víctimas se cuentan por cientos, como reflejan los informes presentados por la Policía Nacional y la Oficina de Extranjería en las nueve grandes actuaciones desarrolladas durante 2011 por la UCRIF (Unidad contra las Redes Ilegales y Falsedades).

El modus operandi es siempre el mismo. Una parte de la organización, normalmente extranjeros, se encarga de la captación de inmigrantes en situación irregular, mientras la otra, generalmente españoles, gestiona la documentación con la Oficina de Extranjería y gracias a la utilización de datos “robados” a empresas ajenas a la trama.

Los últimos tres arrestos se han producido esta semana. Según informa la Policía Nacional, los detenidos son I. R., rumano de 46 años de edad, y L. G. y B. S. B., ambos magrebíes de 52 y 44 años respectivamente. Se les imputa la estafa a -de momento- diez inmigrantes, aunque la Oficina de Extranjería remitió a la Policía a través de la Subdelegación del Gobierno hasta 23 contratos de trabajo sospechosos. La investigación considera que I. R. es el responsable de administrar la documentación falsa desde una empresa de alimentación que regenta en Almería. Por su parte, L. G. y B. S. B. estarían encargados de captar a inmigrantes en busca de ‘papeles’ y procurar los cobros.