El soterramiento de las vías del ferrocarril, esa integración ferroviaria cuyas obras llevan en marcha desde hace 16 meses, siempre ha tenido un objetivo fundamental: acabar con la separación entre barrios que suponía la presencia de esos raíles dividiendo la ciudad. Pues bien, es cierto que solo con la eliminación de esas vías ya se salda una barrera visual y peatonal pero lo cierto es que, la verdadera conexión entre los barrios, la que debe permitir una mejora sustancial de la movilidad y por tanto, de las relaciones entre las diferentes zonas de la ciudad, es algo que se tiene que construir.

Así, lo mismo que están claras algunas de las nuevas conexiones que resultan de este soterramiento como la nueva vía que une la rotonda Manuel Fraga con la calle La Marina, la que será la nueva Avenida del Mediterráneo a nivel y no a través de un puente, o el nuevo viario que sustituirá el paso soterrado de La Goleta, lo cierto es que hay nuevas zonas por configurar. Unos cambios que ya se encontraban dibujados en algunos casos en el Plan General de Ordenación Urbanística de 1998 y que ahora se deben transformar en una realidad.

Nuevo vial

Este es el caso de la prolongación desde la Avenida Manuel Azaña (pasando por la rotonda de la calle Instinción) hasta llegar a la Vega de Acá. 

Mientras están en marcha los trabajos del soterramiento esta conexión se realiza a través de la Carrera de los Minerales que desemboca en la Avenida Sierra Alhamilla a través de una rotonda provisional y a partir de ahí, para llegar hasta la calle Alcalde Santiago Martínez Cabrejas, hay que realizar un zig zag entre naves industriales. Pues bien, el Ayuntamiento ha iniciado las negociaciones para la adquisición de una zona de naves industriales que les permitirá abrir un viario directo para conectar desde la Avenida de Sierra Alhamilla, Carrera de los Minerales y calle Alcalde Santiago Martínez Cabrejas de forma que, se desarrollaría “un viario estructurante de primer orden que ya está previsto en el PGOU del 98 y en el Plan Especial de Infraestructuras de la Vega de Acá”.

Explica la concejala de Urbanismo, Eloísa Cabrera, que esta adquisición permitiría “una transformación total” del tráfico en la zona y sería el culmen a esta conexión entre los diferentes barrio que ha iniciado el soterramiento. Supondría “la continuidad viaria entre la calle Manuel Azaña y la Avenida de la Vega de Acá”. Esta zona industrial, según explica la propia edil, “se encuentra en desuso” y la construcción de este vial cambiaría la movilidad en toda la zona.

El precio de venta de esta zona está cifrado en 28.800 euros y se estima que es adecuado para el Ayuntamiento que está ultimando toda la tramitación para poder quedarse con este suelo.

Cambios

Hay que tener en cuenta que la llegada del soterramiento va a cambiar en gran medida la movilidad en toda esta zona. Y es que, después de la demolición del puente de Los Molinos y del viaducto de la Autovía del Aeropuerto, los viarios en toda esta zona se transforman. De momento, la Avenida de Sierra Alhamilla está cerrada al tráfico una vez que se supera las naves industriales pero lo cierto es que se trabaja en la conexión con la Autovía del Aeropuerto en un cruce semaforizado para entrar a la vía o para seguir hasta El Puche que nada tiene que ver con el paso bajo el puente o con el acceso a la autovía que había antes de las obras.

Lo que queda pendiente aún es el futuro del nudo industrial que se encuentra ubicado en toda esta zona. Hay que tener en cuenta que el Plan Especial Ferroviario contaba con su traslado y que el Ayuntamiento de Almería junto a la Consejería de Industria, Energía y Minas trabajan en un plan para liberar el núcleo urbano de zonas industriales y trasladarlas a otros espacios. Es cierto que se trata de una operación compleja. 

Dentro del núcleo urbano nos encontramos el polígono de La Celulosa, La Mezquita o todas las naves ubicadas en la propia Autovía del Aeropuerto entre la Avenida del Mediterráneo y La Goleta. Es un entramado industrial que, a pesar de los trabajos para ampliar el Sector 20 que ha iniciado el Ayuntamiento, sigue necesitando un importante volumen de terreno fuera de la ciudad que actualmente no existe en el planeamiento y que deberá reflejarse en el futuro Plan General. Un PGOU que asegura Cabrera que “saldrá a licitación muy pronto” y que, entre otras muchas cosas, debe cambiar el reparto de suelo industrial para continuar con el desarrollo urbano de la ciudad, y más en zonas que ahora quedarán conectadas gracias al soterramiento.