“¿Es Corona, verdad?” -susurra la camarera que ha servido el café mientras el futbolista posa para la foto. Casado con una almeriense, sigue vinculado a esta tierra, al equipo y a los muchos amigos que aquí mantiene.

¿Ha sufrido mucho con el Almería en la distancia?
Muchísimo. Cuando eres aficionado es cuando más se sufre porque tu poder de incidencia es menor. 
Empezó la temporada como jugador del Almería en un momento en el que el equipo era aspirante a liderar la Segunda y a volver a Primera y ha terminado salvándose por los pelos. ¿Cómo se explica esta evolución?
Involución mejor (risas).

Bien traída la precisión. ¿Cómo se explica?
Los profesionales sabíamos que iba a ser un año difícil. Esto se explicaporque hay mucha igualdad, suena a tópico pero en el fútbol dos más dos no son cuatro. Que tú hayas formado un buen elenco de jugadores, que tengas un mayor presupuesto, que  acabes de jugar en Primera División con lo cual se te presupone más calidad futbolística no son argumentos suficientes como para proyectar la campaña como favorito, que es lo que nos pasó en pretemporada. En el fútbol es muy difícil adjudicar favoritismos porque la igualdad es tremenda y hay que formar un equipo, aparte juega el azar y hay unos condicionantes humanos como el saber aguantar la presión, el saber convivir con situaciones dramáticas que hacen que se pueda pasar un año de apuros.

¿Se creó una expectativa que no correspondía con lo que pensaba la plantilla?
Rotundamente sí. Es cierto que había mimbres para pelear por el ascenso pero una expectativa desmedida es la primera piedra para que  haya frustración, que es muy difícil de gestionar, tanto para el equipo como para los aficionados.
El primero en caer es siempre el entrenador. ¿Tiene el vestuario con su actitud ante el juego algo de tiranía?
No lo creo . Reconozco una singularidad. Por ejemplo, esto en Inglaterra no pasa. Los proyectos son más estables, se le da una fuerza y un poder al entrenador, aunque no consigan el éxito hay entrenadores que llevan en el mismo equipo cuatro, cinco o seis años, y eso en España es difícil verlo. Nosotros no tenemos esa paciencia, pero, si te fijas, al final es el director del grupo humano, y como supongo que en tu empresa o en la banca, muchas veces cuando la cuenta de resultados no da, el señalado es el consejero delegado o el gerente, no se cambia todo el equipo de trabajo, ¿no? Al final es un responsable de mucha importancia porque es el que tiene la misión de sacar el mejor rendimiento de sus trabajadores.

¿Le descoloca mucho a los jugadores esto?
Sí, como todos los cambios. Es chocante y por supuesto estresante y explica muchas veces que no se consigan los éxitos esperados cuando se cambia la figura del entrenador.

O sea, que no es el vestuario el que pone o quita entrenadores.
 Eso es más leyenda que otra cosa. Nada te puede asegurar que cambiando al entrenador van a cambiar los resultados, y corres el riesgo de que empeore y ningún jugador quiere que empeore su situación grupal porque hoy en día los contratos están sujetos a que si va a mejor cobras más y si va a peor cobras menos. 
Le pido que se moje. Los fichajes que hizo el Almería para esta temporada que acaba de terminar, ¿eran los adecuados?

Yo creo que sí. Me mojo pero no deja de ser subjetivo. Al final una cosa era incuestionable y es que había tres o cuatro futbolistas que querían todos los equipos de la categoría, con lo cual eran buenos fichajes, lo que pasa es que con buenos ingredientes al final tienes que hacer el guiso y en ese proceso se te puede echar a perder.

Sé que Fernando Soriano es su amigo. Quizá no sea objetivo. Pero defínalo como profesional del fútbol y como persona. 
La mayor virtud de Fernando es que es muy inteligente. Esa inteligencia le ha permitido ser un gran jugador, y le ha permitido solventar una situación complicadísima, que es el domingo ser compañero y el lunes ser jefe.

¿Le llamópara pedirle consejo?
Sí. Me llamó. Como sabes los horarios son totalmente diferentes y me levanté una mañana y tenía una llamada suyay muchos mensajes que me daban la noticia, entonces supe que la llamada era por eso. Se la devolví y efectivamente, me decía que le hubiera gustado hablar conmigo durante esa tarde que fue un poco estresante y que acababa de responder afirmativamente a la propuesta del presidente. Es muy inteligente y muy trabajador, y tiene fuerza para liderar y tomar decisiones.

¿Y es ventaja o desventaja haber pasado de dentro del vestuario a entrenador en 24 horas?
Yo veo más oportunidades buenas que malas, si eres una persona inteligente como es Fernando.Puede haber situaciones comprometidas, por poner por caso,  tener una relación de amistad con un compañero, y cuando pasas a ser el jefe resulta que no te vale como trabajador, y no lo alineas. Pero cuando hay una cabeza inteligente creo que es beneficioso el conocer mejor que  nadie a esos trabajadores.

Como profesional que es, ¿entiende que se lleguen a mover cifras astronómicas por un solo jugador?
Sí, sí. Me gusta defender este argumento porque  se focaliza mucho con el fútbol y nadie cuestiona lo que cobra Madonna, o los Rolling, por ejemplo. Esto es simplemente que tanto generas, tanto ingresas. El fútbol tiene delante de la pantalla a millones de personas. Eso tiene una posibilidad de venta en publicidad millonaria y un mercado para proyectar tu producto que no encontrarías en ningún otro ámbito, y eso sucede porque hay deportistas con talento y con esfuerzo que están disputando una competición. Por tanto, si han sido capaces de generarlo es normal que revierta en ellos. 
Se encontrará con este argumento cada dos por tres.

Por supuesto. Y por eso en cuanto me has preguntado he dicho sí, y me encanta argumentar esta respuesta.
¿Qué es en el fútbol la genialidad?
Es un momento de inspiración en el cual un jugador es capaz con la parte menos obediente de su cuerpo, que es el pie, realizar una acción que despierta admiración y sorpresa. Es una combinación de coordinación, de velocidad, de inteligencia. Eso es la genialidad. Y encima a una velocidad de vértigo.

¿Y existe esa visión a gran velocidad o la jugada sale porque sale?
Pues asombrosamente sí, sucede que un jugador está a punto de recibir un balón y sabe sin mirar quién le puede venir a su encuentro por la espalda y sabe, como he dicho, con la parte menos obediente de su cuerpo,  orientar un balón y salir corriendo a una velocidad endiablada. Sucede, sí, sí.

Mójese otra vez: quién es el mejor jugador del mundo, el mejor de España y el mejor del Almería. 
El mejor jugador del mundo hoy por hoy es Messi. Es verdad que es admirable Cristiano Ronaldo, y cabe comparación, pero Messi tiene esa capacidad de producir esa genialidad de la que acabamos de hablar. El mejor jugador español es Andrés Iniesta, y el mejor jugador de este último Almería no te puedo decir Fernando Soriano, porque es el entrenador, pero lo ha sido. Creo que aunque todavía no lo es pero más talento tiene para serlo en un futuro cercano es Pozo.

El hecho de tener un mayor presupuesto ¿es garantía de algo?
En Primera División, sí. En Segunda División no. Las diferencias en Segunda no marcan una trayectoria diferente entre un equipo y otro. No es así. Y, además, es bueno porque el deporte necesita de sorpresas. El fútbol necesita que el aficionado que va al campo no sepa quién va a ganar.

¿No tiene algo o mucho de irracional tanta pasión por el fútbol?
Claro. De irracional y de inexplicable. En la liga inglesa ha ganado un equipo como si aquí gana la liga el Granada. Nadie del mundo el fútbol te puede dar argumentos tangibles, pero pasa, y eso es maravilloso. Quizá es la explicación de por qué el fútbol es un deporte de masas.

¿Qué tiene el fútbol que no tienen otros deportes que no llegan a mover tantos millones ni de personas ni de presupuestos?
El fútbol es más universal pero sí en Norteamérica sí que lo consigue el baloncesto, e incluso el fútbol americano. Entiendo que también será una cuestión cultural. En España está muy arraigado culturalmente. Yo ahora mismo estoy en Australia y te aseguro que el fútbol no mueve estas pasiones.

¿En España hay demasiados entrenadores?
Aquí todo el mundo opina. Muchísimos (ríe), igual que médicos. Sabemos todos las enfermedades que hay a nuestro alrededor y sabemos todos la alineación perfecta de nuestro equipo.

Como jugador, ¿se ha peleado con un árbitro o con un rival? Hombre, es muy difícil sujetarse porque estás a muchas pulsaciones pero creo que siempre he sido respetuoso en mis protestas y he intentado  hacerlas respetando las formas y respetando la posición del árbitro.

Dice un refrán inglés que el fútbol es un deporte de caballeros jugado por villanos y que el rugby un deporte de villanos jugado por caballeros. ¿Qué opina?
No se puede negar que en el fútbol tenemos todavía un trecho que recorrer en cuanto a comportamiento impecable. No lo niego y me incluyo. Se ha convertido en algo que genera tanto que somos capaces de llevarlo al extremo e incluso en ocasiones equivocadamente defender comportamientos que no nos son beneficiosos.

A Corona le queda algún tiempo en Australia. ¿Qué hará después?
Tengo el título que me habilita para poder entrenar en cualquier categoría del fútbol español. Soy licenciado en Derecho y quiero vincularme al deporte, no sé todavía exactamente en qué, si la gestión desde el banquillo, o la gestión desde un despacho o desde un asesoramiento, no lo sé, no lo tengo claro, pero quiero estar vinculado al deporte, porque he dedicado mis últimos quince años como profesional más todos los recuerdos y vivencias que tengo de niño y creo que le puedo seguir aportando al deporte. Al final, el deporte a mi me ha dado muchísimo y yo intento devolvérselo.