Sanidad propone vacunar a niños de un año de varicela
El anuncio del Ministerio supondría el regreso de esta vacuna a las farmacias almerienses

Un médico pediatra reconoce a un bebé en la consulta.
Pediatras, algunas sociedades científicas y muchos padres con hijos pequeños han recibido como “muy buena” la noticia de que el Ministerio de Sanidad vaya a proponer que se incluya la vacuna de la varicela en el Calendario Vacunal Infantil a la edad de 1 años. Habría una segunda dosis de la vacuna entre los 2 y los 3 años. Además, se mantendría la vacuna a los 12 años para aquellos adolescentes que no hubieran pasado la enfermedad y que no estuvieran vacunados.
Así lo anunciaba el ministro del ramo Alfonso Alonso, en el Congreso de la Asociación Española de Pediatría celebrado la semana pasada en Bilbao. Daba respuesta a las demandas de asociaciones de médicos y también de pacientes que habrían redoblado su petición de incluir de nuevo la vacuna de la varicela en el calendario oficial a edades tempranas o, por lo menos, de devolverla a las farmacias para que pudiera ser adquirida por los padres, siempre bajo recomendación médica.
Y es que, esta vacuna se acababa por retirar de las farmacias, de modo que había quedado para exclusivo uso hospitalario, algo que no gustaba a padres que apelaban a la libertad a la hora de vacunar a sus hijos.
La decisión, de la Junta Ahora bien, una vez hecho el anuncio por parte del ministro, a la propuesta formal del Ministerio de Sanidad tendrán que responder las Comunidades Autónomas y establecer fechas de inclusión de la misma en el nuevo calendario.
Para algunos pediatras y médicos de familia almerienses es una buena noticia y “presumiblemente no se tardará mucho en que aparezca la vacuna de la varicela a esas edades”.
Sobre su disponibilidad en las farmacias, cabría entender que los calendarios fueran paralelos de modo que mientras las Comunidades Autónomas adaptan sus calendarios los padres podrán comprarlas.
Se han dado casos de padres que han comprado las vacunas en Andorra o en Portugal para después administrársela a sus hijos pequeños en Almería. Algo que no han aconsejado ni siquiera los pediatras más favorables a la vacunación. De hecho, todos ellos han refrendado en días pasados que la vacunación no debería de ser obligatoria, pero sí “muy bien informada” para limitar las corrientes antivacunas, tranquilizar a los padres y a la población en general, y para reducir los problemas que por un transporte inadecuado pueden provocar unas vacunas que pierdan, en algún momento, la cadena de frío a la que deben de someterse.
Una cadena que, hoy por hoy, garantizan las empresas distribuidoras y las farmacias, además de los centros hospitalarios y de salud. De ahí que los pediatras consultados por este periódico recomienden “esperar” a que la vacuna vuelva a las farmacias almerienses o a los centros de salud.