Con el verano, llega la otitis “del bañista”
Dolor intenso, fiebre e incluso pérdida de la audición son las consecuencias asociadas a la patología

Niños en el agua.
acar a un niño del agua (bien sea piscina o playa) resulta estos días veraniegos, harto difícil, a pesar de que es una de las principales causas de la otitis externa o del bañista. Evitarla es, no obstante, posible si se tienen en cuenta algunas recomendaciones sencillas como secar la humedad del oído. Y es que casi un 70% de los niños de entre 7 y 12 años puede sufrir, en alguna ocasión esta patología.
Es, la otitis externa, también llamada otitis “de la piscina”, una de las causas más habituales de consulta pediátrica en Atención Primaria durante la época veraniega. Así lo asegura la especialista Evelyn Huber, que pasa consulta en Almería-centro. La pediatra sitúa esta patología entre las más comunes de la estación junto con la gastroenteritis y la laringitis, consecuencia de los cambios bruscos de temperatura.
La otitis externa aguda es molesta, provoca dolores intensos de rápida aparición y también fiebre, además de “disminución de audición”. No obstante, un antibiótico tópico (gotitas en el oído) puede ser suficiente como tratamiento, explica Huber.
El otorrino almeriense José Ruiz Coello señala este tipo de otitis, causada por la alteración de la protección de la piel del oído, como la más propia del verano. Está considerado, además, que un 2% de la población sufrirá esta dolencia al menos una vez al año.
El agua y los bastoncillos Permanecer mucho rato en el agua y no secarse bien los oídos al salir es, junto con el uso de bastoncillos para limpiar los oídos, tres de los riesgos que causan esta otitis externa, dice Ruiz Coello, que recomienda, además, visitar al especialista si se es una persona propensa a tener tapones de cera u otra patología relacionada con el oído. El objetivo, que no se complique.
El oído tiene sus propios mecanismos de protección y una alteración de la piel causada por una infección bacteriana es la causante de los problemas. Preservar esos mecanismos de defensa es fácil si se tienen en cuenta algunas recomendaciones.
El otorrino almeriense José Ruiz-Coello propone evitar el uso de bastoncillos que, dentro del oído, acaban con su barrera defensiva. Evitar que el agua se cuele en el oído, habitual si se pasan horas dentro del agua, es fundamental para que no haya infección bacteriana de la piel. Por eso, conviene secarse con una toalla al salir de la piscina o de la playa. Por último, quienes son propensos a tener tapones, deben de acudir al especialista y quitarlos antes de la época de baño.