Ver caer las hojas de los árboles con la llegada del otoño no es nada extraño. De hecho, es una estampa agradable, e incluso bucólica que simboliza el cambio de estación. Sin embargo, sí que resulta raro que lo hagan de forma constante las perennes de los ficus, perdiendo las ramas su habitual frondosidad en cuestión de horas y dejando parques, plazas y calles de media Almería cubiertas de una hojarasca que se acumula desde hace unas semanas en las que las temperaturas han seguido siendo casi veraniegas.

Numerosos vehículos amanecen con una 'capa de camuflaje' en diferentes lugares de la ciudad, sobre todo en Avenida del Mediterráneo, San Miguel, La Rambla, Ciudad Jardín o Las 500 Viviendas, donde literalmente estos días están 'lloviendo' hojas, un fenómeno que ya sorprendió el pasado año a los almerienses. 

¿Por qué ocurre este fenómeno?

¿Y cuál es la razón principal de que esté ocurriendo esto? Según los expertos estos árboles, al igual que las personas, también se 'asfixian' de calor. Que los termómetros sigan superando los 25ºC, e incluso superen dicha temperatura a las puertas de este mes de noviembre, influye en el comportamiento de cualquier ser vivo.

"Influye la temperatura y también hay que tener en cuenta que el viento de levante en Almería reseca, impide que se genere la humedad ambiental que los ficus necesitan. Este episodio provoca un cambio destacable en sus condiciones ambientales y el árbol se estresa y reacciona tirando sus hojas como medida de ahorro de energía", explica Mar Verdejo, ingeniera técnico agrícola y paisajista, a LA VOZ.

Así, aunque "habría que ver el sistema radicular de cada árbol y analizar otros factores", todo hace indicar que los ficus están sufriendo "estrés hídrico". Esto ocurre cuando la demanda de agua es mayor que la cantidad disponible dentro de un periodo concreto de tiempo. Además, recalca que "las podas que suelen hacerle a estos árboles no ayudan". Y es que a estos ficus se les suelen quitar "unas lianas que les ayudan mucho a mantener la humedad que necesitan".

Una bella estampa pero también problemática

Las ramas de gran cantidad de ficus de la ciudad lucen ahora prácticamente sin hojas. Han caído al suelo en parques, plazas y calles en las que se amontonan días tras día. La estampa es bella en algunos rincones, por no ser un residuo contaminante, pero también genera diferentes problemas al ciudadano.

En las zonas de Almería en las que hay una presencia notable de ficus, las hojas que han ido cayendo al suelo han llegado a taponar ya algunos imbornales. Ha ocurrido por ejemplo en calle San Miguel, donde los vecinos esperan que no lleguen días de lluvias fuertes y que pueda provocar una acumulación de agua en la vía, ya que tienen sus cocheras justo al lado y podrían inundarse en ese caso.

Otra de los problemas que genera la acumulación de hojas en el suelo es que en algunos tramos del carril bici de la ciudad la señalización horizontal queda tapada, generando que los usuarios de la bicicleta o que cualquier peatón no perciban bien las advertencias y pueda producirse algún accidente.

También se desprende el fruto

Pero no son solamente hojas lo que 'llueve' desde los ficus en estas fechas. También lo hace su fruto, unas pequeñas bolitas que solían generarse solamente una vez cada año y ahora lo hacen hasta en tres ocasiones, debido al cambio climático según indican los expertos. Quedan también esparcidas sobre los coches y por el suelo, dejando aceras y calzadas pegajosas tras ser aplastadas por pisadas o vehículos.  

En zonas como la plaza de calle Las Alpujarras, en Las 500 Viviendas, los vecinos se quejan de que estas bolitas y las hojas, a lo que se suma a veces el agua, ha generado una especie de "masilla" en algunas partes del acerado que es "muy resbaladiza", por lo que muchas personas mayores que pasan cada día por esa zona para ir al centro de salud o a los diferentes supermercados cercanos al barrio suelen ir con mucho cuidado para evitar un resbalón.  

Limpieza más frecuente

Las hojas, por el momento, seguirán cayendo, por lo que una limpieza más exhaustiva y frecuente de la hojarasca es la única solución para evitar los posibles daños colaterales anteriormente citados. Algo que ya se está haciendo desde hace unas semanas.

Desde el Ayuntamiento de Almería tratan de mantener lo más limpio posibles las puntos donde esta situación está siendo más acuciante. De hecho, desde el consistorio, ya el año pasado ante la preocupación por esta caída masiva de hojas, se llegó a pedir incluso asesoramiento a expertos de la Universidad de Almería con el objetivo de comprender los motivos y actuar en consecuencia. 

La administración municipal está centrando el trabajo en tareas de recogida, pero se desconoce si existe una planificación de medidas efectivas que minimicen el estrés hídrico de los ficus como por ejemplo un nuevo sistema de riego y una poda a tiempo y a conciencia que no dañe a los ejemplares.