Una almeriense consigue una herencia de medio millón de euros gracias a una prueba de ADN
Una sentencia obliga a los hijos reconocidos de un médico granadino a repartir 500.000 euros con la mujer

Cadena de ADN.
La infidelidad en la pareja lleva arraigada en nuestra sociedad desde el mismo momento en el que apareció la monogamia. Sin embargo, en España, el adulterio estuvo penado con cárcel hasta 1978 y el divorcio no fue contemplado hasta años después. Algo que a los ojos de hoy puede parecer arcaico, conformó durante años un caldo de cultivo para la proliferación amores clandestinos y secretos sepultados.
En este contexto nació una vecina de Almería —que prefiere mantenerse en el anonimato—, fruto de una relación extramatrimonial, a quien la justicia acaba de dar acceso a una herencia de 500.000 euros gracias a una prueba de ADN.
Hija de un médico granadino
La mujer, de 56 años, vive en Almería desde hace tres décadas y es hija de un reputado médico granadino, quien no quiso reconocerla en su momento. Tal y como relata su abogado, Fernando Osuna, a LA VOZ, su madre estaba casada y su padre biológico estaba a punto de hacerlo, por lo que sacar a la luz la realidad del embarazo no fue una opción. Así, la madre de esta mujer camufló el nacimiento entre el resto de hijos del matrimonio, que terminaron siendo cuatro.
El médico, por su parte, tuvo dos hijos más, que sí fueron reconocidos y que hasta ahora eran los únicos beneficiarios de una herencia valorada en medio millón de euros, puesto que el doctor murió en los años 80. Sin embargo, la almeriense, que conoció la verdadera historia de boca de su madre poco antes de fallecer el médico, es ahora el tercer vértice de un triángulo en el que ha tenido que mediar la justicia.
A pesar de que la muerte de su padre tuvo lugar hace cuatro décadas, la mujer no puso en marcha el proceso hasta hace pocos años. Según relata Osuna, ella trató de entablar contacto con los otros dos hermanos para llegar a un acuerdo en el reparto antes de acudir a los tribunales, pero ellos no quisieron reconocerla en la familia.
Una prueba de ADN, clave
Por ello, optó por iniciar una demanda de filiación, es decir, un procedimiento legal para establecer judicialmente que una persona es padre o madre de otra. Por diversos motivos, se descartó realizar la exhumación del padre, así que se tomaron muestras de ADN de ambos hermanos y los resultados de la prueba fueron concluyentes: coincidencia del 99,999%.
56 años, una infidelidad y una demanda de paternidad después, la vecina de Almería puede decir legalmente que es hija del médico granadino. En la actualidad, negocia con sus hermanos biológicos el reparto definitivo de los bienes heredados.