El barrio de Almería inmortalizado en la literatura, la pintura y la fotografía
Ha quedado retratado tanto en escritos como en el arte de artistas de gran prestigio

Fotografía de Carlos Pérez Siquier expuesta en el Museo Reina Sofía.
Almería cuenta con muchos lugares emblemáticos que despiertan tanto interés como fascinación. En verano, no es extraño encontrar a algún famoso deambulando por algún pueblo de la provincia.
Pero Almería no es solo un lugar que impacta por su belleza. Hay mucho más en ella, una complejidad que despierta el alma de los artistas.
Hay un barrio de Almería que ha quedado retratado tanto en escritos como en el arte de artistas de gran prestigio. Situado a los pies de la Alcazaba, el barrio de La Chanca ha llamado la atención por la forma de vida de sus habitantes, su colorido y, en general, su ubicación.
En la fotografía destaca el trabajo de Carlos Pérez Siquier. Este fotógrafo almeriense nacido en 1930 y fallecido en 2021 es considerado uno de los pioneros de la vanguardia fotográfica en España y fue Premio Nacional de Fotografía en 2003. Antes de su muerte, publicó un libro con numerosas fotografías a color y se enorgullecía de haber encontrado el corazón del barrio.
En cuanto al arte, no es extraño encontrar, entre otros, un nombre tan reconocible como el del Indaliano Luis Cañadas (1928-2013). Este pintor plasma La Chanca entre otros paisajes almerienses en óleo sobre lienzo. Se pueden ver los colores de la ciudad a la vez que ese paraje desértico que la envuelve.
Por supuesto, no puede faltar la literatura de la mano de Juan Goytisolo, que escribió sobre La Chanca. Este libro se publicó en Francia en 1962, pero llegó a España en 1981 ya que el régimen prohibió su distribución y edición. En él, Goytisolo deja que el barrio hable, que se presente a sí mismo. En el libro puede leerse: «El barrio de la Chanca se agazapa a sus pies, luminoso y blanco, como una invención de los sentidos. En lo hondo de la hoya las casucas parecen un juego de dados, arrojados allí caprichosamente. La violencia geológica, la desnudez del paisaje son sobrecogedoras» (pg. 20).