Las obras de la Plaza Vieja llegan a su recta final. Así lo comunicaba la propia alcaldesa de Almería, María del Mar Vázquez, junto a la fotografía que ilustra esta información dando a entender que esos plazos que el propio Consistorio se ha dado para la finalización de la obra, el mes de mayo, parece que puede cumplirse.

Y es que en estos momentos los trabajos se están centrando en la culminación del ensolado, al que le queda principalmente la zona más cercana al arbolado, y en la mejora de las columnas que conforman las arcadas que rodean la plaza.

Poco trabajo queda por delante pero lo cierto es que el momento que la mayoría de almerienses están esperando es cuando se concluya la composición del ensolado y poder descrifar desde lo alto el Sol de Villalán. De momento, la que suscribe no ha sido capaz de verlo aún durante la obra.

Cabe recordar que otro de los hitos que tendrá la plaza es la colocación a los pies del Monumento a Los Coloraos los restos de estos 22 liberales que combatieron contra Fernando VII después de su descubrimiento por parte de Carmen Ravassa y la certificación por parte de los forenses de que realmente esos restos pertenecieron a personas que habían vivido en ese tiempo.

Recordaba en su mención en redes sociales la propia alcaldesa de Almería que esta obra supone “casi 5.000 metros cuadrados completamente remodelados para uso y disfrute de todos los almerienses”.

Añadía además que desde el equipo de Gobierno siguen “poniendo en valor nuestro Casco Histórico con materiales nobles, más vegetación y luminosidad”.

Con una inversión de 2,3 millones de euros y un plazo de ejecución de ocho meses, las obras pretenden la mejora en todos los aspectos de la superficie actual de este emblemático espacio. La actuación, que incluyen el acceso a la Plaza desde la calle Marín, abarca una superficie total de 4.954 metros cuadrados.

La propuesta de actuación se diseña con la utilización de materiales silenciosos pero muy nobles, como la piedra, para el pavimento y mobiliario urbano, y la madera, que acompaña el diseño de las galerías de los soportales que rodean la plaza. El proyecto juega además con el simbolismo que adquiere este espacio.