La mañana de este miércoles, 2 de abril, podría haber arrancado con una (muy) mala imagen tanto para la ciudad como para su turismo. Y si se ha evitado ha sido gracias a los vecinos de una zona especialmente castigada por el vandalismo: el Cerro de San Cristóbal. 

Tal y como narran desde la cuenta de Instagram 'El Cerro de San Cristóbal', se producía "otro nuevo intento de incendio a los contenedores de la calle Antonio Vico, junto a las Murallas de Jairán".

Desde la cuenta recuerdan y denuncian que "tristemente son muchas las ocasiones que este punto de residuos ha sufrido este tipo de actos vandálicos. Hoy se suma otro más a la lista".

Y si la situación no ha ido a más es, probablemente, gracias a los vecinos. No en vano, en la propia publicación en redes sociales se destaca "la rápida intervención vecinal al controlar las llamas de los contenedores mediante cubos de agua a la espera de la llegada del cuerpo de Bomberos. También agradecer la presencia de la Policía Local para controlar la situación".

Traslado de contenedores

Más allá de este suceso concreto, desde El Cerro de San Cristóbal recuerdan que en el barrio ya se ha solicitado en varias ocasiones el cambio de ubicación de estos contenedores que, de cuando en cuando, terminan envueltos en llamas. El motivo de la solicitud no es otro que la cercanía con unas centenarias palmeras que "siempre acaban en llamas, incrementando así el grave peligro para la ciudadanía, además de que también sería una gran pérdida por el valor sentimental de las datileras que durante tantísimos años nos acompañan". 

"También pensamos que da un aspecto horrible ya que muchos de los vecinos dejan la basura fuera del contenedor y abandonan muebles y demás enseres junto a ellos. Por ello pensamos que no es lo más idóneo tener este punto de residuos junto a un monumento como es la Muralla de Jairán (parte del Conjunto Monumental Alcazaba de Almería) declarada como BIC y con 1000 años de historia y cada vez más frecuentada a diario por el turismo", plantean. 

Desde esta cuenta plantean que, si bien hace unas semanas se pudo observar un cambio de ubicación de los contenedores dándoles lugar en los aparcamientos un poco más abajo (pero en la misma calle, al día siguiente volvieron de nuevo a su antiguo lugar (junto a las palmeras y al inicio de la muralla).