Alexis Pineda, primer teniente de alcalde de Níjar, localidad en la que gobierna el PSOE con el apoyo de izquierda Unida, de manera “oficial aún no ha dado el paso” para optar a la coordinación general en la provincia de su formación aunque asegura que ahora “hay un cambio de etapa en Izquierda Unida en la provincia después de trece años” en los que ha estado al frente de ese cargo Rosalía Martín. Por todo ello, cree que “es un buen momento para afrontar una nueva etapa”.

Tras ese tiempo en el que la formación ha estado dirigida por Rosalía Martín, Pineda explica lo que él podría aportar a su formación en esta nueva etapa y que pasa por la consecución de un “amplio consenso” entre las diferentes corrientes que existen en Izquierda Unida. Asegura que “lo que aportaría yo para llegar a ese consenso es trabajar con una Izquierda Unida donde hay muchas corrientes ideológicas”.

Se trata de un partido “que quiere varias cosas de manera clara y en eso puedo aportar una visión fresca” de lo que ha cambiado en esta formación, “tanto a nivel andaluz como federal con Antonio Maíllo y Alberto Garzón”.

Fuerte renovación  
Para Pineda, esos liderazgos en nuestra comunidad autónoma y a nivel nacional suponen “una fuerte renovación, porque ha venido aparejada a la llegada de gente joven y teniendo claro que ya no somos solo el único actor de la izquierda de nuestro país y que aspiramos junto con otros a ser una alternativa real de gobierno”.

Eso es lo que Pineda, si llega al cargo en la provincia en la Asamblea provincial del próximo día 24 de septiembre, quiere conseguir.

Procesos electorales
El primer teniente de alcalde de Níjar reflexiona sobre ese asunto y también cree que “nos falta tener esa clave de unidad”, por lo que asegura que ahí es donde se debe trabajar de cara a la Asamblea del día 24. “Creo que ahí puedo aportar. He trabajado con personas de otros partidos y otras corrientes en la provincia y puedo desarrollar esa confluencia y unidad en los procesos electorales que nos vienen a  medio plazo”, señala. Preguntado si en ese punto puede ofrecer la experiencia del pacto en el Ayuntamiento de Níjar con el PSOE, Alexis Pineda asegura que “no solo eso”.

Relata que “siempre que haya posibilidad de cambiar y avanzar estamos abiertos a hacerlo” y que sus militantes y simpatizantes pueden “estar tranquilos” porque Izquierda Unida “no va a perder ni un ápice de su identidad. Queremos reforzarla y hacerla más ágil, sin complejos y hablar de igual a igual con otras formaciones políticas. Sin perder nuestro trabajo y nuestra credibilidad ideológica”. Una “confluencia” que “por supuesto no solo es con Podemos sino con Equo, la CUT...”.

No entregar las armas
La línea que ha marcado Antonio Maíllo en Andalucía “ha sido esa y creemos que es la correcta. En Izquierda Unida ni entregamos las armas y no nos vamos a desorganizar. Aspiramos a seguir creciendo y estamos convencidos que la unidad con todos los actores de la izquierda es la manera de avanzar y buscar esa confluencia”.

Sellar las divisiones  
Durante los últimos años, reconoce que se han producido ciertas divisiones en el seno de la formación de izquierdas y que ha habido “momentos internos y externos intensos” relata Pineda en sus declaraciones a este periódico.

Rosalía Martín “ha tenido que vivir años difíciles al frente de IU y no solo con la llegada de los nuevos partidos a la izquierda sino en la época esplendorosa del ladrillo donde poca gente se acordaba de los valores que teníamos”. Así señala que “no estamos en el peor de los momentos, es una oportunidad después de que Rosalía haya dado el paso y deje la coordinación general. Hay que limar esas asperezas y tensiones que se han vivido en los últimos años”.

Uno de los ejemplos puede ser el de la capital de la provincia, aunque Pineda explica que para él “la representación en la capital ahora mismo con Amalia Román y Rafael Esteban es muy válida” y que él aspira a que “en las próximas elecciones, en la organización, haya cada vez mas consenso. No hay que pensar que no lo vaya a haber”. Las diferencias en la capital que se han vivido recientemente no son a su juicio “debates de calado político” por lo que “no afectarán a la unidad de la organización”.