La OMS recomienda dos semanas de separación entre cada medida de desescalada
Los Gobiernos deben estar preparados para actuar frente a un posible rebrote del virus

El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Una de las claves para superar la crisis sanitaria provocada por el nuevo coronavirus es establecer cómo y cuándo se va a producir lo que el Gobierno llama una desescalada de las medidas impuestas en el Estado de Alarma. Ante esto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) refleja en la última actualización de su Estrategia que entre cada fase debería haber un periodo de dos semanas para identificar el riesgo de nuevos brotes y responder a ellos.
En este sentido, la OMS advierte de que todas las decisiones a este respecto deben estar basadas en la evidencia y los datos de la evolución de la pandemia en cada país.
"Para reducir el riesgo de nuevos brotes, las medidas deben ser levantadas de forma gradual y escalonada, basándose en la evaluación de los riesgos epidemiológicos y en los beneficios socioeconómicos que haya en los diferentes lugares de trabajo, centros educativos, instituciones o actividades sociales", ha señalado la OMS en dicho informe.
También insiste la organización en la importancia de que se realicen pruebas serológicas, cuando se obtengan datos fiables de los ensayos clínicos, con el fin de comprobar la susceptibilidad que tiene la población al nuevo coronavirus, cuenta Europa Press.
Por otra parte, la OMS advierte sobre las zonas donde hay un bajo nivel de transmisión, sobre los que no sebe perderse la intensidad de vigilancia y recomienda que también ahí se lleven a cabo medidas adaptadas a la población, especialmente la más vulnerable. "A medida que los gobiernos nacionales actúan de forma rápida para proteger a sus poblaciones más vulnerables, es esencial que la comunidad internacional se solidarice para proteger a estas poblaciones", ha avisado el organismo.
Por lo tanto, el organismo internacional recuerda que los países deben tener información en tiempo real sobre la evolución de la epidemiología; el acceso a los materiales sanitarios esenciales, orientaciones técnicas y prácticas; acceso de emergencia a recursos de profesiones sanitarios; acceso equitativo a las vacunas, tratamientos, diagnósticos y equipos de protección individual.
"Se necesita dar una especial atención y apoyo a los países con escasos recursos y con entornos humanitarios mal equipados para hacer frente al Covid-19, ya que sus débiles sistemas sanitarios y laborales dependen, en gran medida, del apoyo de donantes, socios de las Naciones Unidas y ONGs", ha enfatizado la OMS.