Almería da por finalizado uno de los dispositivos más importantes que pone en marcha cada verano en el Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar. Este domingo, 28 de septiembre, la Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía daba por concluido el servicio integral de control de accesos y ordenación del tráfico a las playas de Poniente del núcleo de San José, entre las que se incluyen Mónsul y Genoveses. 

Con esta medida, que lleva años implantándose, se persigue preservar el alto valor ecológico del primer espacio protegido marítimo-terrestre de Andalucía, que durante la época estival recibe a miles y miles de visitantes. Preservar los extraordinarios valores ambientales de la franja mejor conservada de todo el litoral mediterráneo español es el objetivo principal. 

Este verano, desde el 21 de junio y al 28 de septiembre se ha llevado la restricción de acceso de vehículos motorizados a estas emblemáticas playas almerienses, estableciéndose en 399 el número de vehículos que la Administración autonómica estima como capacidad de acogida de los aparcamientos habilitados en la zona.

Pues bien, durante este periodo, según datos facilitados por la Junta de Andalucía, un total de 49.934 vehículos han pasado por el control de accesos, la conocida barrera. Se trata de un 5% más que el año pasado, pero con una media diaria más baja, al pasar de 511 vehículos en 2024 a 499 en este verano de 2025. "Un descenso que  se debe a que el dispositivo ha estado en funcionamiento una semana más (100 días en 2025 frente a 93 en 2024)", puntualiza las citadas fuentes.

Durante las primeras seis semanas de este dispositivo de control, junio y julio, 20.579 vehículos han accedido a estas conocidísimas playas del Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar, mientras que en las seis restantes (agosto y septiembre) hicieron lo propio 29.355.

El delegado territorial de Medio Ambiente, Manuel de la Torre, ha explicado que con este servicio se busca disminuir la presión del tráfico y proteger los recursos naturales, evitar el daño a los hábitats que puede generar el tránsito descontrolado de vehículos, y reducir la emisión de polvo y partículas gracias al control del tráfico y al riego del camino y de las zonas habilitadas. "En definitiva, proteger los valores ambientales y garantizar también el bienestar y la seguridad de los visitantes, manteniendo operativos los accesos en caso de emergencia”, ha puntualizado.

Además de controlar la afluencia y rotación de vehículos, la empresa concesionaria se ha encargado de dar información medioambiental a los visitantes, acondicionar las vías mediante el riego diario de la pista de arena que se emplea como carretera y preservar la limpieza del espacio mediante la recogida de basuras y aseos portátiles en Mónsul y Genoveses.

El balizamiento de las playas no urbanas del Parque Natural es otra de las medidas que la Junta de Andalucía ha vuelto a poner en marcha este verano. Se han señalizado con más de un centenar de boyas la franja marina en una docena de playas naturales. En ellas quedaba prohibida la navegación deportiva y de recreo en la playa de Los Muertos, Cala de Enmedio, Cala del Plomo, Cala San Pedro, Playazo de Rodalquilar, afloramientos rocosos de Isleta del Moro, playas de Genoveses, Barronal, Mónsul, Media Luna y del Corralete, así como las reservas marinas del Arrecife de las Sirenas y Morrón de los Genoveses.

“La finalidad de esta medida es triple: proteger los hábitats marinos, ordenar las actividades de uso público y evitar situaciones de riesgo para la seguridad o el bienestar de las personas”, ha destacado el director conservador del Parque Natural, Salvador Parra.