La cala de Cabo de Gata protegida del viento de Levante: una joya entre dunas fósiles y aguas cristalinas
Los acantilados y formaciones rocosas que custodian esta pequeña playa crean un contraste único con el mar Mediterráneo

Cala Rajá.
Aguas tranquilas y limpias bañadas por el cálido mar Mediterráneo bajo la protectora sombra de las dunas fósiles, y, todo ello, envuelto en un entorno volcánico milenario que le aporta un aspecto extraordinario. Si bien es cierto que cualquiera de las playas del Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar suelen dejar atónico al ojo del intrépido espectador, lo cierto es que Cala Rajá, se lleva la palma, a pesar de su pequeño tamaño.

Cala Rajá en el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar
No mide más de unos 120 metros de largo por unos 15 de ancho en su punto más amplio, sin embargo, su peculiaridad nace de su enclave volcánico, con formaciones rocosas como oolitos (algo que también se observa en El Playazo) y dunas fósiles, lo que le aportan una textura y apariencia singular rodeadas de vida marina indómita que va desde peces, hasta pequeños cangrejos, corales y estrellas de mar.
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Otro punto a tener en cuenta es que esta cala está localizada entre acantilados, los cuales actúan como barrera del molesto viento de Levante que, tan a menudo, azotan esta zona del litoral almeriense, y mantienen el agua en calma. A todo ello se le suma que frente a la cala se ve el arrecife del Dedo o "Dedo de Dios", un hito natural irrepetible para los amantes de la geología cuyo nombre proviene de su forma característica, que recuerda a un dedo que emerge del mar.

Arrecife del Dedo de Dios
"Un camino de cabras": el acceso a la playa no es fácil
Todo no podría ser perfecto. A Cala Rajá se llega desde la carretera que sale del Faro de Cabo de Gata y que lleva al cerro de Vela Blanca. Es más, el acceso, una pequeña senda estrecha, se le conoce entre los locales como "un camino de cabras", con tramos rocosos y algo empinados.
En resumidas cuentas, hay que caminar alrededor de unos 800 metros desde donde se aparca el vehículo en una zona habilitada para ello, gratuita, pero eso sí, limitada.
Ahora bien, hay que tener en cuenta que si bien es cierto que no se recomienda ir con mucha carga, no hay que olvidar que no hay chiringuitos, sombrillas, ni servicios de playa: todo es virgen y sin urbanizar, lo que preserva su autenticidad natural.

Ruta a Cala Rajá en mapa
Asimismo, esta zona no está lejos de las praderas de posidonia que existen unas millas al interior del mar, por lo que es un área con muchos pescado perfecto para practicar snorquel o buceo a pulmón.