No hay descanso para la devoción en Vélez-Rubio. Los días grandes de su Semana Santa están marcados por la continua celebración de actos litúrgicos y procesionales que llenan sus calles y prácticamente día y noche.

Como muestra, lo ocurrido este Jueves Santo con la procesión de la Venerable y Sacramental Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno con la Oración en el Huerto junto a Nuestro Padre Jesús y la Virgen de la Amargura. Una salida procesional llena de fe pero también de color y cuyas marchas procesionales no sólo marcaban el ritmo de los penitentes sino también la puesta de sol.

Con ella, se dio pasó a la Tradicional Hermandad de Nuestra Señora de los Dolores (el origen de ambas hermandades se remonta nada menos que al siglo XVI), con los pasos de Nuestro Padre Jesús de la Amargura y la Santísima Virgen de los Dolores.

A partir de ahí, las marchas de procesionales y las características túnicas de ambas cofradías envolviendo sus pasos e históricas imágenes presidieron las calles hasta la llegada de la procesión de las Cruces, prolongándose así las celebraciones litúrgicas hasta la madrugada viernes.

La expectación, a la altura del acontecimiento. Cientos de vecinos y visitantes en torno a la monumental iglesia de la Encarnación que, iluminada especialmente para la ocasión, es un marco incomparable para unas procesiones que son pura devoción e historia y que no le temen ni a la noche ni a la madrugada.