“Es una novela muy bien escrita. Y sobre todo, es una obra en la que la época no es un mero marco, como debe ser en una buena obra literaria”, afirmó el escritor y periodista Miguel Naveros. “Es una reflexión sobre las tensiones de unos seres humanos con otros, y entre esos seres humanos con la Historia. Las tensiones de esa época histórica, y las que, a su vez, esa época tiene luego con la historiografía”.

Con estas reflexiones Naveros presentó, en la noche del pasado miércoles, la novela ‘La Alhambra de Salomón’, nueva obra del escritor e investigador granadino José Luis Serrano. El acto, presidido por Juan Gabriel Lama, tuvo lugar en la Biblioteca provincial Francisco Villaespesa, como parte del ciclo de encuentros literarios ‘Letras Capitales’, que organiza la Consejería de Ecuación, Cultura y Deporte, a través del Centro Andaluz de las Letras (CAL).

Literatura

“Lo que yo quisiera con esta obra es que sea leida como una obra literaria y no como una novela histórica”, explicó Serrano. “Y que quienes la hayan leido me diga, más que “cómo te has documentado”, cosas como “he sentido el frío de la sierra, he cenado con los protagonistas, he asistido a las bodas o los funerales que hay en la novela”.

Ambientada en una época floreciente, pero poco narrada y difundida de la historia de Al Andalus, el siglo XI, ‘La Alhambra de Salomón’ es una obra “que cuenta mil y una historias enrevesadas”, apuntó el autor, “pero hay cuatro que yo elegiría. La primera es como una biografía novelada de un hombre, Samuel Nagreda, que nos ha ido dejando constancia de su vida en sus poemas. Es farmacéutico, médico, escribano, rabino, general, primer ministro... En fin, un personaje que nos recuerda a los personajes más conocidos del Renacimiento”.

“El otro personaje fundamental es Ilbia, quien a diferencia de Samuel Nagreda es ficción”, añadió. “Pues, como sabemos, la historiografía nos habla de los hombres y los poderosos. Hay dos cosas que nunca vamos a encontrar en esos textos, y es las mujeres y los pobres. De modo que creo un personaje, el de una mujer arquitecta de la Alhambra, que es ficticio, es verdad, pero que también es verosímil”.

“Sabemos que aquella era una época en Al Andalus, la del califato y las taifas,el siglo XI y los anteriores, en que había mujeres arquitectas, ingenieras, poetisas...”, explicó Serrano. “Quien vea Al Andalus sólo con el prisma de moros y cristianos, se equivoca”.

Y como era casi inevitable, “Almería es muy importante en la novela”, apuntó. “Pues esta era la época, los siglos VIII al XI, en que Almería el puerto fundamental del califato y Granada casi estaba por fundar”. La recreación de las luchas entre taifas, de las batallas que dieron lugar a los reinos posteriores yla Historia que ahora conocemos, hacen de esta obra, pues, una lectura imprescindible para la comprensión de lo que fue realmente ese mundo que conocemos como Al Andalus.