La Catedral abre su museo como un “nuevo púlpito” para Almería
La Catedral abre su museo como un “nuevo púlpito” para Almería
Un acto más bien modesto, pero con la presencia de las autoridades civiles y religiosas, sirvió para inaugurar un Museo, también calificado de “modesto” pero que alberga una colección de gran valor y enorme belleza. La Catedral cuenta desde anoche con un nuevo espacio expositivo que muestra la riqueza de su patrimonio artístico: “La diócesis tiene el empeño de recuperar su patrimonio eclesiástico y así contribuir a la recuperación del patrimonio general”, subrayó el obispo, Adolfo González Montes.
Un empeño que vivió un impulso en 2007, cuando se celebró la exposición Luminaria, también en la Catedral, precedesora del Museo. “La Iglesia pone el patrimonio histórico, artístico y documental al servicio de la sociedad; es de justicia poner de manifiesto lo que hace, que ahorra mucho dinero al Estado, y lo sufraga principalmente con sus fieles, sus patrocinadores, y también con el Estado como garante, como debe ser”, quiso destacar el prelado. Y en este papel, agradeció el trabajo de los delegados episcopales de Patrimonio, Francisco Fernández Lao, y de Obras, Miguel Romera, cuya ausencia, motivada por sus obligaciones pastorales, sorprendió a los asistentes.
Sí estuvieron los canónigos Francisco José Escámez, Eduardo Muñoz y el canónigo emérito Arturo Gallego, que fue el anterior deán de la Catedral. El actual deán, Juan Torrecillas, señaló como razón de ser del nuevo museo “la misión de la Iglesia de dar a conocer el misterio de Dios que se hace hombre”: “Este misterio no es posible expresarlo sólo con el lenguaje verbal, y por eso los hombres lo han convertido en arte”, mantuvo. Los museos son así “púlpitos” donde se expresa el “relato” que es la historia de salvación.
En cuatro salas
La narración se organiza en cuatro salas que albergan distintas piezas según su temática o simbología. En las dos salas del torreón de Poniente -donde comienza la visita- la circular simboliza “lo celestial”, con la Muerte y Resurrección de Cristo, representadas en diversas pinturas y en una selección de ánforas para los óleos. En la siguiente sala se ha querido reflejar “lo terrenal”. De forma cuadrada, destaca la parte dedicada a la Virgen, con una Inmaculada Concepción, de Bartolomé Murillo, y una pequeña tabla de la Anunciación del siglo XVII.
En el torreón de Levante, la entrada, rectangular, se dedica a la Eucaristía y destaca la Custodia Procesional. En la sala Circular se habla de la Palabra con la exposición de una Sagrada Biblia. Finaliza la exposición la tabla ‘El Buen Pastor’, de Pedro Ruiz González.
En el interludio, los visitantes pueden ver el Claustro, restaurado también recientemente, y donde se ha aprovechado un enorme panel que recoge la historia de la Iglesia de Almería. En ese mismo claustro se vivió ayer la procesión de las reliquias de San Indalecio, en el día de su celebración, a la que acudieron muchos más visitantes que al Museo, ya que la inauguración se celebró de forma limitada por las dimensiones de las salas.
Las visitas al Museo serán también limitadas, en el horario de visita de la Catedral. Pueden comenzar a partir de hoy.