Un luminoso próximo a una carretera que parece conducir a ninguna parte indica ‘Bar’. No cuelga de ninguna fachada sino que está anclado a unas larguísimas piernas de mujer que se elevan sobre el firme como si formaran parte de un enorme decorado. Otro neón reza ‘Club’ sobre la gorra en la cabeza de una joven cuyos ojos permanecen ocultos. El rostro emerge de un camino pedregoso y bien podría ser la puerta de entrada a uno de los garitos del cine de David Lynch. Estas sugerentes imágenes forman parte de la muestra pictórica ‘Gigantes’, que la ilustradora Aurora Rumí (Almería, 1977) presenta esta noche, a partir de las 20 horas, en la Galería Alfareros (calle Alfareros, 21) de la capital y que podrá visitarse hasta el 4 de octubre de 10 a 14 horas y de 18 a 21 horas, de lunes a viernes.

“Siempre me han llamado la atención los parques de atracciones, y en eso me he inspirado: en esas enormes estructuras que aquí se presentan con una apariencia humana”, cuenta la autora en conversación con LA VOZ.

‘Gigantes’ se compone de una veintena de obras realizadas a lápiz y luego coloreadas de forma digital. La figura femenina, que casi nunca se muestra al completo, aparece en la mayoría de creaciones aunque no existe ninguna “simbología estética” ni la serie busca ser una alegoría del empoderamiento de la mujer. “No hay voluntad reivindicativa. Las mujeres siempre me han parecido más agradables de dibujar por sus curvas que los cuerpos y rostros masculinos, más angulosos. Así que no hay nada metafórico: solo disfruto con la idea de que me gustaría crear esas superestructuras fantásticas en espacios reales, pensar cómo se podría sentir el ser humano ante algo tan desproporcionado”, expone.

“La partida se ejecuta desde un lenguaje que aúna lo pop y lo cinematográfico, que recurre a forzados contrapicados que encontramos en la obra de Alex Prager y se deja fascinar por las modernas esfinges de Moebius en ‘El garaje hermético”, escribe  por su parte el periodista almeriense David García,  uno de los responsables de contenidos de ‘Yorokobu’, en el catálogo de la exposición.

Efectivamente, el cine y lo onírico recorren la colección. “He querido recrear y recorrer escenarios que siempre me han obsesionado, cosas e ideas que tengo desde pequeñas, muchas de ellas gracias a la pantalla”, continúa la ilustradora. “En una serie anterior, ‘Carnivale’, ya había algo de eso aunque se centraba más en lo circense. Me refiero a los soportes de las atracciones de feria, ese exterior que ves pero que desconoces qué te vas a encontrar dentro”.

En ‘Gigantes’, Rumí seduce al espectador a través de desproporcionadas figuras que se alzan entre carreteras perdidas, montañas y lugares descontextualizados. “Cambias el punto de vista y el individuo se ve como algo tan pequeño... Utilizo caras y otras partes de la anatomía y solo con cambiar el fondo y los detalles de algunos elementos la escala se cambia para percibirlo como algo gigantesco”.